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El Presidente de la Sociedad Rural de Bolívar analiza el escenario agropecuario post elecciones. Gran expectativa para el sector: " ahora tenemos la responsabilidad de demostrarle a la sociedad que emponderar el campo es emponderar el país".

 

Sociedad Rural

Vigneau: de la revolución verde a la esperanza amarilla

 

Pedro Vigneau es Vicepresidente de AAPRESID (Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa) y Presidente de la Sociedad Rural de Bolívar. En 2008 su figura emergió del núcleo duro del movimiento de autoconvocados contra la Resolución 125. Su rol se concentró en establecer relaciones de tipo gremial-institucional, incluyendo posiciones políticas, bregando nuevas formas de participación. El cambio político lo halla en posición de poder interpretar tanto las voces de los productores como las de quienes iniciarán un nuevo gobierno.

                                 

¿A su criterio cuál es el principal legado del kirchnerismo para el campo?

Primero un gran aprendizaje, porque evidentemente tenemos que involucrarnos con las cuestiones que tienen que ver con la toma de decisiones. Durante muchos años, en lo que tiene que ver con la política, el campo no se preocupó por esas cuestiones, y llegamos al extremo de lo que realizó el gobierno con una rama tan importante de la economía como es el agro; tenemos que tomar posición en las mesas en que se toman decisiones, porque la historia nos ha demostrado que si no participamos, nos pasan por encima como lo han hecho estos años. Y también tenemos un problema serio de comunicación, porque los que los que entendemos que empoderar el campo, en realidad es empoderar a la Argentina, por todo el dinamismo que genera la producción que nosotros llevamos adelante; no lo hemos sabido comunicar, y las pruebas están a la vista, sufriendo todo lo que hemos sufrido en éste tiempo. Tenemos que hacer un análisis profundo e introspectivo para comprender lo que nos sucedió y aprender mucho de ello.

¿Por dónde tendría que pasar ese tipo de participación?

Eso es algo que ya está pasando, si bien nos gustaría que fuese más masivo. Por ejemplo el 10 de diciembre voy a ir a la asunción del Intendente electo de Lobos, que es un productor agropecuario que decidió involucrarse y le ganó al representante del Frente Para la Victoria. Y vemos que hay muchos productores que van a asumir cargos en distintos órdenes legislativos y ejecutivos. Ese es un proceso que arrancó en 2008 con mucha efervescencia, con los lógicos altibajos, pero que significa que muchos productores creemos que nos tenemos que involucrar, y que las generaciones que vienen por detrás, vienen con otra impronta y ganas de participar, de meterse en otras cuestiones. La esencia está, los jóvenes tienen ganas de participar.

La llegada de Ricardo Buryale al Ministerio de Agricultura de la Nación, ¿tiene que ver con esto, y cómo se ve ese designación?

Seguro, es un tipo que estuvo plenamente activo durante el conflicto de la 125, y hoy será nuestro Ministro.

Después del kirchnerismo, ¿qué perspectivas se pueden observar para el sector de aquí en adelante?

A mí me gusta ver esto como un enorme desafío porque ahora la pelota va a estar en la cancha nuestra, mucho de lo que veníamos pidiendo nos lo van a dar, ahora tenemos la responsabilidad de demostrarle a la sociedad que empoderar el campo es empoderar el país, sea la libertad de comercio, bajar la presión impositiva, ser escuchados, generar políticas proactivas, que son hechos que van a suceder, nos responsabilizan ante la sociedad para demostrar que podemos generar trabajo, bienestar, no solo para los productores, sino con una enorme cadena que tiene que ver con todo lo que dinamiza con la economía, sobre todo en ciudades como la nuestras.

¿Cuáles son los temas más urgentes que deben incluirse en una agenda inmediata?

Ya está medio marcado. Desde el momento en que te liberan los Roes, te eliminan retenciones, te generan el tema de la imputación doble como gastos de fertilizantes, y otras políticas que hacen a la sintonía fina; hay que ver qué hacen con del doble estándar sanitario con la carne, creo que van a haber muchas novedades muy positivas a mediano plazo porque se ve al agro como un socio del Estado y como un generador de oportunidades para el país, cosa que en los últimos años se vio al contrario.

Hay mucho de folclore alrededor de la posición del campo frente a las retenciones y la devaluación. ¿Qué escenario de beneficios y desventajas se ven, cuáles los ganadores y los perdedores?

El tema de la devaluación es bastante complejo, porque los asalariados, los que tienen changas, son los que más la van a sufrir. Personalmente espero que no haya una devaluación brusca porque muchas personas no la van a pasar bien, independientemente de que al que produce bienes exportables le convenga, pero no como país por los que la pasen mal.

Ojalá podamos generar las condiciones para que nuestro peso se revalorice; eso no va a ser a corto plazo porque la herencia es muy pesada, hay un montón de presiones sobre el tipo de cambio que están vigentes, y seguramente en el corto plazo va a haber un movimiento. Pero esperamos que en el mediano plazo, la competitividad y la eficiencia que hemos logrado como productores a nivel mundial nos traigan las divisas necesarias para fortalecer nuestro peso, lograr estabilidad, y que la gente pueda trabajar sin tener que preocuparse por la inflación.

Igualmente el impacto se va a sentir...

Sin dudas, pero el impacto está como postergado, porque se venían haciendo dibujos financieros para postergar algo que en algún momento se tenían que asumir. Ya no hay más herramientas para dibujar las reservas del Banco Central; ahora hasta han hecho vender las tenencias de dólares que tienen los bancos, algo inentendible. Seguramente querrán hacer ver la responsabilidad en el nuevo gobierno, pero ya es historia, habrá que tener la suficiente fortaleza para enfrentar la situación y generar las condiciones para revertir esto.

Desde lo personal, ¿te gusta Macri, es lo que esperabas para el sector?

Frente a las opciones que teníamos, Scioli o Macri, sin dudas me quedo con Macri por una mirada que tiene sobre lo que hacemos, lo viene anunciando desde hace tiempo, quiere abrirse al mundo, vender lo que producimos, apuntalar la producción. Eso favorece el federalismo, el arraigo de la gente en el interior... Scioli quiso cambiar su discurso, pero también dijo que con la comida no se jode, estuvo a favor de la 125, de las retenciones, siempre nos iba a quedar la duda sobre un efecto coyuntural de tipo electoral. Sin duda estoy contento que haya ganado Macri.

Planteabas un escenario de crecimiento donde la soja es la reina. ¿Qué sucede con el resto de los cultivos o con la lechería por ejemplo?

No, ojo, acá tiene que haber un claro balance entre lo que son las gramíneas y las oleaginosas; hoy estamos en alrededor del 70% de la superficie de soja y eso tiene que mutar rápidamente porque nuestro lo sufre.

No hay que demonizar a la soja, porque es la forma más eficiente de generar proteínas absolutamente necesarias para la vida, pero tiene que estar dentro de un sistema donde balanceemos con gramíneas, sorgo, cebada, maíz, trigo, con cultivos de balance de carbono positivo. Justamente se acaba de generar la Cumbre Climática en París, donde fue la presidenta de AAPRESID a contar nuestra experiencia de las bondades de la siembra directa. En el mundo solamente el 8% de la superficie agrícola se trabaja con siembra directa, y en nuestro país ya alcanza el 90%, en eso somos líderes mundiales y tenemos mucho para decir.

Volviendo a la pregunta, la soja estará más acompañada por el maíz. Con el trigo tenemos que volver a ser proveedores de Brasil, es una cosa de locos que dentro del Mercosur tengan que salir a comprar en Europa o en Canadá. Con la leche también esperamos que se recomponga pronto porque los lecheros no la están pasando nada bien.

Esto está directamente vinculado también a la ganadería, otra política errática de los últimos tiempos.

En ganadería tenemos oportunidades enormes, sigue pasando el tren; con un gobierno que nos acompañe y nos estimule, que genere las condiciones, vamos a ver crecer nuestra ganadería con un proyecto entre todas las carnes, donde el pollo y el cerdo aumenten su participación, y así poder vender al mundo los cortes vacunos más caros. Nuestra carne aún está muy bien posicionada, cuesta muchísimo el posicionamiento mundial, y nosotros tenemos la suerte por una trayectoria histórica de valorarnos; en los últimos años hemos desatendido a nuestros clientes, pero con un proyecto a mediano plazo, donde con todas las carnes podamos satisfacer nuestro mercado interno con los cortes tradicionales nuestros y vender el resto, podremos recuperar nuestro mercado exterior.

En la última década los productores reclamaban un horizonte productivo. ¿Qué se imagina ahora?

Seguramente nuestros números van a mejorar, hoy la situación es muy difícil, con cadena de pagos cortada, hay que acompañar a los productores en este momento. Ya se siente entre la gente otro ánimo. Las expectativas en economía son prácticamente todo, y con la capacidad de resiliencia del agro, en muy poco tiempo podremos vivir tiempos distintos y en el mediano plazo podremos recuperar el crecimiento y demostrar a la sociedad que nos conviene que el campo produzca. Vendrán tiempos mejores, y más adelante debemos demostrar que con capacidad de trabajo podemos sacar la cabeza fuera del agua.

Vienen buenos tiempos para la producción, hay que llenarlos de contenidos, para generar ideas, ahora seremos escuchados, por lo que el que tenga ideas que se arrime a las instituciones para aportarlas, porque vendrán tiempos de bonanza.

 

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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