top of page

50º aniversario

El medio siglo Devito

 

La familia de constructores encuentra a Carlos Devito en pleno armado de su espacio destinado a concentrar comercios para el gremio. Fabián Campos y Guillermo Sinnot son los primeros emprendedores en dar el gran paso.

 

 

El 13 de marzo de 1967 los Devito inauguraban uno de los corralones de la construcción más tradicionales de Bolívar. Carlos Devito, nieto de constructores, no puede escindirse de una herencia que ha hecho de la familia un sello para los edificios bolivarenses.

Carlos tuvo pocas opciones para escapar al mandato familiar. Vivió oyendo de construcciones, los abuelos, tíos y padre han levantado tantas paredes como se puedan imaginar. El cemento era tan cotidiano como las pastas, la historia que todos conocemos.

Sobre el local de calle Sarmiento, Carlos vuelve a edificar, en la ocasión un nuevo giro comercial, visionario y oportuno a la actualidad del mercado. Pretende concentrar distintas ofertas del gremio de la construcción junto a su comercio, inicialmente con "GMC construcción en seco" y "Pinturería Bolívar".

Aquella herencia lo ha llevado a innovaciones, Devito tiene una sala de conferencias a disposición de la comunidad, y la historia recibida lo ha puesto a armar su propio museo. Allí se siente en consonancia con sus raíces, y desde él relata que "este lugar mi padre se lo compró a Sánchez Bedatou con lo que sacó de la venta de un departamento en el edificio San Martín, el que habían recibido con mi tío como forma de pago por la construcción del mismo". El actual lugar "siempre había funcionado como corralón de materiales, de aquella firma; mi padre ya había decidido dejar la construcción porque creía que con tanta gente trabajando se producían muchos problemas, porque había muchos conflictos. Yo en ese entonces quería irme a estudiar ingeniería", pero aún era muy joven para hacerlo, estaba en medio de la secundaria. Fue el padre que "me propuso armar un corralón, por lo que terminé de estudiar de noche en el colegio Trinitarios, porque desde los 16 años estoy acá", en lo que se transformó en una relación de fidelidad perpetua.

 

Desde la fundación ha pasado medio siglo de trabajo ininterrumpido. Hoy dice "agradecer a toda la clientela que hemos tenido, porque es el mejor capital que puede tener un negocio", sin embargo, un capital inestimable que tiene el Espacio Devito es la marca de familia a lo que Carlos recuerda que el apellido "no me ha pesado, al contrario, ha sido un orgullo". Recuerda que "mi padre me decía que para llegar a ser alguien en la vida, primero hay que ser buena persona, y el resto viene por añadidura, he intentado cumplir con su mandato", sentencia con simpleza.

Sin poder escapar al mandato asevera que "mi padre me enseñó a trabajar, crecí en lo que es la cultura del trabajo. Cuando comenzamos acá, mi primer trabajo fue en el pisadero de un horno de ladrillos, y después ya venía al local este, porque todo esto estaba abandonado. Lo primero que trajo mi padre para vender fueron tres equipos de madera, y con eso comenzamos. Después la gente fue pidiendo, seguimos con cemento y con todo lo que involucra a la construcción". Pasaron las décadas, "tuvimos una fábrica de ladrillos huecos, e incluso pusimos una sucursal en Daireaux", recuenta con espíritu emprendedor.

Manifiesta que "entre los 80´s y 90´s llegamos a tener unos treinta empleados, hasta que se cortó el trabajo por completo durante esa década. Allí decidí mantener a todos ellos, fue un momento tristísimo, porque lo poco que entraba lo repartíamos, eso hizo que jamás tuviera un conflicto o un juicio". A pesar de todo, no duda es establecer que "el balance es muy bueno".

 

Ya entrado el Siglo XXI, se sucede el quiebre en la historia de los Devito. Carlos ha analizado que "ahora no hay una herencia, una continuidad en la atención del negocio, porque mi hija va a ser abogada. Así es que se me ocurrió pensar en un pequeño centro comercial dedicado a la comercialización de materiales en la construcción; así pensé en dos negocios, con muy buena gente, que son Fabián Campos y Guillermo Sinnot, entretanto yo sigo con la comercialización de sanitarios y aberturas de madera y aluminio". De esa manera se pretenden potenciar las fortalezas de cada uno de los tres comercios, todos con una impronta personal muy fuerte, lo que termina "siendo un círculo virtuoso para nosotros, tanto en la comercialización de nuestros productos como en el reparto de nuestros gastos de funcionamiento, entonces es una idea a la cual no le encontramos contra. A su vez un cliente puede tener una gran variedad de presupuestos en un mismo lugar, la idea es facilitar las cosas", dice Devito.

Acerca de los cambios sucedidos durante los últimos años Devito analiza "un cambio en la forma de comercialización. Nosotros ofrecíamos todo, hasta que empezó a existir una competencia con productos de mucha menor calidad, en cambio yo decidí defender la calidad del producto y la defensa de mis clientes".

En cuanto a la proyección del futuro inmediato, "lo que pretendo es incorporar más rubros en la parte de atrás del negocio, recordá que tiene salida sobre calle Avellaneda, por lo que se pueden agregar más negocios allí, siempre vinculados a la construcción".

En tanto siguen proyectando en conjunto, se abocan a otorgar mayor visibilidad a cada uno de los negocios que conforman el embrionario centro comercial para que cada uno siga potenciando sus cualidades. Enigmático, el comerciante deja entrever que existe algo mucho más revelador, un giro comercial que se dará en el centro del Espacio Devito, un emprendimiento que aún se encuentra en etapa de evaluación y proyección, señal que después de cincuenta años, todo no ha sido inventado.

 

  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page

Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

bottom of page