Actualización del ser

 

Por Verónica Ruiz.

 

Cuando digo que la vida es un viaje, sin mapas ni destinos marcados, me refiero justamente a lo que ha sucedido en este medio, desde que tuve la oportunidad de escribir. Ha sido un viaje de transformación.  Apenas unas tres semanas atrás, andaba en búsqueda de respuestas para mi alma, y tomé todas las notas que me trajeron hasta aquí. ¿Te las acordás? Vimos una a una las limitaciones que creemos que el sistema nos impone, pero siempre poniendo el foco en que aquello que vemos afuera y que llamamos realidad, es exactamente lo que tenemos dentro, y que el afuera solo nos lo refleja. En la nota anterior vimos cómo empoderados en nuestro yo esencial, podemos ser creadores de realidad, por medio de la palabra, que no es otra cosa que la materialización de nuestra energía más sutil. En agosto nos quedó claro que somos los únicos creadores de nuestra realidad.

Hoy estoy aquí desde otro sitio, un espacio sagrado que descubrí en mí. En lo personal, no me va de nada escribir para contar cosas, tal copia de manual. Me seduce contarte cómo escribí mes a mes, lo que en mi vida iba transformándose, al ir más allá de los jinetes. Hoy mi Ser se ha realizado. 

Desde el inicio te invité a que pongas en práctica todo aquello, que a modo de nota, te fui regalando.  De ningún modo, saber algo va a cambiar tu realidad, a lo sumo tendrás más razones para justificarla.   Hoy soy evidencia de que realmente somos alquimistas, seres dotados de todo el valor y talento para crear a nuestro placer. Puede que no quieras cambiar nada, y es respetable, pero solo se consciente de que elegís quedarte así, y eso ya es una revelación en sí misma. 

Me lo tomé muy en serio, quiero decir, “me tome” muy en serio. Me debatí a duelo con mi mente ruidosa y cuando supe que jamás iba a ganarle, decidí soltar el combate, y con ello, todo mi programa de lucha en esta vida, se deshizo como arenilla al viento. Comprendí que no iba a sostener más luchas de ningún tipo, me había preguntado por entonces, cuánto iba a perder para ganar y descubrí que era un paradigma que ya no tenía sentido para mí. Me mudé a uno mucho más sagrado y abundante: el paradigma de ganar-ganar. Y entonces mi mente se silenció, no tenía rival a quien atormentar, y se rindió ante mí. Hoy hay vacío en mi mente, y paz en mi ser. Solo la enciendo como programadora de realidad. La mente es nuestra mayor herramienta, contiene en si mismo todo el potencial que podemos atesorar en pos de generar ideas innovadoras y creativas, para mi bien y el de toda la humanidad.

En este nuevo mundo creado por mí, las emociones y los sentimientos se levantaron en lucha reclamando el lugar que habían tenido siempre. La víctima ya no estaba ahí para quejarse de todo y ellos se sintieron huérfanos de territorio. Claro, con una mente serena, el cuerpo se relajó, y éste que había anidado por tantos años, a la tristeza, al enojo y al miedo, ya no era suelo para cultivo. ¿Qué hacer? Sin mente que les dé razones de existir y sin cuerpo que les haga de tierra, andaban a la deriva golpeando hasta en sueños. Solo vi una salida, rendirme completamente.

La rendición llega a uno cuando ya lo ha intentado todo, y aunque caprichoso en la batalla del super yo, decide enraizar  en la nueva tierra.

Me dispuse a ser tomada, les di rienda suelta y les puse el cuerpo. Fue tan intenso ser poseída por todo mi miedo ancestral, por tanta angustia como telaraña en el pulmón y por todo el enojo visceral endurecido en mis fibras, que me desvanecí en el sonido. Escribo y respiro. El resentir es grandioso, te coloca de nuevo en ese sitio del que ya te habías ido. Respiro, y sigo. Fueron días en que literalmente sentí ser carne de cañón, cual animal muerto en el campo, las emociones actuaron como aves de rapiña. Al tercer día, ya no había carne, ni sentimientos, ni mente. Al tercer día, renací.

Estoy contándote mi vida, la historia que más atesoro. Una historia que se coronó frente a muchos estadios sociales, pero que no lograba coronarse a sí misma.

No tengo nada más grandioso que regalarte. Mi vida se ha vuelto evidencia. Me ofrezco a que me uses de puente, para saltar a la realidad que añoras. Te ofrezco que me uses de bastón cuando te tiemblen las piernas. Me entrego a vos para que hagamos juntos el camino. Yo ya soy puente.  Muchos grandes maestros me acompañaron en el camino, pero solo yo, decidí saltar de realidad.  Nadie puede empujarnos, y si alguien lo hiciese, no estaría más que poniendo su fuerza fuera de él mismo. Lo sé porque lo hice toda mi vida. Fui detectora de talentos ajenos. Fui dadora de motivación por doquier. Fui el deseo con patas de cambiar a todos y me volví intolerante, con poco tacto y abrumadora. Respiro deteniendo el tiempo. Uno suele aferrarse incluso a lo doloroso. Respiro y suelto.  He vuelto la conciencia sobre mí. Respiro y acepto. Aquello que veía en ti, ahora lo veo en mí.  Respiro y sonrío.

Transmuté en fuego dorado tantos siglos de dolor en el colectivo social. No quedan programas. No hay en mí, tan siquiera una memoria de dolor. Las chispas vuelven al origen, y este es amor. Hoy soy YO, la que siempre he sido pero que no tenía permiso de Ser. Me habilité, y te invito a habilitarte también.

Mi puente es el amor. Créeme que no hay mayor fuerza motriz en el universo. Fui muy amorosa conmigo, me permití aislarme, dejar mis responsabilidades y que el mundo continué sus giros sin mí.  Fui tan amorosa que cuando tuve sueño dormí. Comí solo cuando sentí hambre. Me hice una con la ducha de la mañana entre el agua y las lágrimas. Me vi toda desnuda, asustada … y solo me abracé.  Me rompí toda, y el amor me transformó.

Mi ser se actualizó en su versión original, y te aseguro que soy luz. Y sabés qué? Sé que sos luz también, por eso mi servicio esta puesto en invitarte cada día al milagro de vivir. Si, a la bendición de vivirte, porque en tu vida, el milagro sos vos.

Los jinetes han caído porque hoy sé que todo es perfecto, hoy puedo ser evidencia, hoy tengo el poder del mago y hoy debo hacértelo saber.