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SE VINO DIFERENTE

Haciendo del vino un concepto

La vinoteca logró instalarse como lugar de referencia para todos aquellos amantes del buen vino. Se pueden encontrar productos de bodegas destacadas, como así también, de otras no tan conocidas; pero donde se tiene como prioridad el ofrecer un vino de calidad. “El vino, para nosotros, es un concepto”, resumió Mónica Sosa, propietaria de la vinoteca.

 

Mónica Sosa empezó con su emprendimiento hace cuatro años y medio. La historia comenzó “luego de mi jubilación en mi profesión de toda la vida, no a modo de juego porque nunca jamás tomaría un trabajo de esa manera; pero fue como una prueba porque yo, en un principio, era una consumidora más”, dijo en el inicio de su relato la propietaria de “Se Vino Diferente”.

“El mundo de los vinos siempre me gusto” y agregó que esa fue la aproximación con el emprendimiento, que se trata de una vinoteca. “Al principio, fue como una resistencia porque cuando me jubilé, lo primero que pensé era qué iba a seguir estudiando para estar ocupada. Pero presentada esta oportunidad del negocio, me hice una autocrítica paras saber cuánto sabía yo, primero de comercialización y segundo, de vinos”. Así fue, que después de pensarlo, “me di cuenta que todo tenía solución si uno quiere aprender. En lugar de elegir una carrera al azar, noté que podía tomar cursos relacionados con el rubro de mi negocio”.

El nombre de la vinoteca tiene mucho que ver con una situación que vivió Mónica en su adolescencia y que no resultó muy grata; pero que con el correr de los años, la transformó en algo positivo, hasta tal punto que terminó siendo el nombre distintivo de su emprendimiento. “Pasaron los años y vi que me gustaba eso de las diferencias así que, por qué no, transformarlo en algo positivo”. Aunque en un comienzo se pensaron varios nombres, “me gustó el elegido y ya había quedado muy grabado en mí, por eso, decidí convertirlo en lo que hoy es, el nombre que identifica mi comercio”.

Mónica Sosa es una de las personas que considera que, a pesar de las situaciones adversas que se dan en el mundo laboral, “siempre fui bien tratada en todos mis trabajos; pero ninguno me apasiona como éste. Por eso rescato que, de una historia mala, quedara ese nombre igual, a pesar que algunos me aconsejaron que lo acortara porque era muy largo y la gente no lo iba a entender; pero nunca quise y ahora ya está instalado”.

Consultada sobre esta nueva actividad de emprendedora, Mónica Sosa respondió que “es un rubro que tiene una particularidad porque siempre estuvo asociado a lo masculino. Es decir, me costó al principio, como a todo emprendedor, sea el negocio que sea. Pero a mí me costó el doble porque era mujer en un mundo de hombres e históricamente había sido así, aunque ahora hay muchas mujeres que también se dedican a esto”.  Y sintetizó que ese fue “mi primer obstáculo con el que me encontré, más allá que después me fui capacitando. Dos veces por año viajo a Mendoza o Salta para formarme en las mismas bodegas y a estar con enólogos. Y esta es la idea: aprender y capacitarme”.

Esta situación, contó la propietaria de “Se Vino Diferente”, “me dio más impulso y hasta no podía creer que estaba en esos lugares, que son magníficos y divinos”.

Si bien Mónica emprendió un negocio relacionado a la vente de vinos, ella tardó en enamorarse del gusto y del placer de degustar un vino. “Todo empezó tardíamente, ya sea el gusto por el vino y de tomar agua solamente, a empezar a probar y a medida que empecé a concurrir a las capacitaciones, me empezó a gustar. Conocí que había otro mundo, otros vinos y ahora, la verdad, soy una apasionada”.

Además de la formación constante fuera de Bolívar, Sosa le agregó a su comercio, la presencia de degustaciones o charlas de enólogos con sus clientes. Si bien este año ha sido difícil desde lo económico, siempre trato que “venga un enólogo o un sommelier, que son las personas que entienden más que yo, para hacer degustaciones”. Estas actividades no se hacen en la propia vinoteca sino que “armé una sala de degustación donde realizamos las actividades y se convierte en una instancia más de aprendizaje porque aprendemos todos juntos”.

Por otro lado, también “Se Vino Diferente” participa en diferentes eventos con sus vinos. Al respecto Sosa dijo que tratamos de estar en todos lados y “hemos auspiciado desde actividades deportivas como vóley, tenis y culturales como obras de teatro, cine, etc. Buscamos estar en todo evento público y quiero aclarar que no tiene absolutamente nada que ver con lo político. Esto es un comercio que se suma a todo lo cultural que tiene la ciudad de Bolívar”, aclaró.

Para responder a la pregunta sobre si es más difícil atender a una persona que sabe de vinos sobre alguien que viene por primera vez, respondió que quizá “es más sencillo el que sabe menos porque el que ya sabe es como un intercambio, sabe lo que busca y lo que quiere consumir. Ahora, cuando la persona no conoce mucho, depende de un consejo o sugerencia de uno y es como que se da una mayor responsabilidad porque yo me quedó pensando si le gusto, acerté en la elección y demás. Tiene mayor implicancia porque queda en mí, igual y de todas maneras, ambos clientes son siempre bienvenidos y mis otras profesiones me dieron eso del contacto con la gente y trato de combinar todo”.

En este rubro siempre se aprende y eso nunca lo pierde de vista Mónica. “Se puede aprender de más grande. Me paso a mí que lo tuve que hacer porque había cosas que no estaban registradas en mi mente, como lo relacionado con la comercialización y lo tomó como un aprendizaje diario”.

Mónica Sosa también es parte integrante de la comisión de la Cámara Bolívar, “es algo que lo hago con gusto y ahí también siento que recibo un gran aprendizaje”, destacó.

Con más de cuatro años en el mercado, “Se Vino Diferente” logró instalarse como un lugar de referencia para todos aquellos amantes del buen vino. La propietaria sostuvo que todavía falta más, porque como ella misma lo comentó “aunque no se pueda creer, hay gente que no conoce el lugar y las razones pueden ser múltiples. Muchos se sorprenden que haya una vinoteca, entran por primera vez y se quedan sorprendidos de la variedad de etiquetas”.

Con el tiempo, “sí he logrado, algo que no fue fácil por eso de ser mujer, que puedo aprender y cualquiera lo puede hacer. Si a alguien hay algo que le gusta, que es distinto a lo que hizo durante toda su vida, es cuestión de ponerle actitud, de proponérselo y animarse. Creo que este es el mensaje que puedo dar”.

Con respecto a las bodegas con las cuales trabaja “Se Vino Diferente”, podemos citar a una cantidad importante de bodegas boutique. “Se les llama así a las pequeñas bodegas o marcas no tan conocidas. Esto también tiene relación con el nombre del negocio, sobre todo, lo diferente en lo que se puede encontrar, apuntando a otro sector no tan comercial. Igualmente, para apuntar a todos los gustos, sumamos etiquetas comerciales porque hay gente que viene a buscar eso específicamente”.

Como para saber qué productos ofrecer en la vinoteca, Mónica explicó que “observo hasta donde vende el supermercado o las despensas, de hecho yo soy clienta de esos lugares, y de ahí para arriba, trato de incorporar lo que veo que no está en otros lados”.

Un tema muy asociado a la venta de alcohol pasa por las restricciones con los menores y, a su vez, la moderación a la hora de beber, situaciones que no se dejan pasar por alto en “Se Vino Diferente. “Lo primero y más importante tiene que ver con esto, además no quiero tener ningún problema y algo que está por encima de todas las cosas es que a ninguna hora del día le vendo alcohol a menores. Aunque haya una determina franja horaria para vender, no lo hago porque estoy en contra de que los menores consuman alcohol.”  Y agregó que “lo más importante es el cuidado de los menores: primero, no sólo por estar legislado, porque si dejara de estarlo yo seguiría de la misma manera porque tengo resabios de mi antigua profesión y también, porque soy madre. Además, nunca estuve de acuerdo con que los menores tomen alcohol y, sobre todo, con los excesos que se cometen hoy en día. Por lo tanto, no atiendo a menores, en ningún horario del día y siempre les digo cuando vienen enviados por sus padres que me den el teléfono o la autorización del mayor porque sino, no le vendo. A veces se van enojados; pero prefiero eso a que pase otra cosa, por eso, hay que tener mucha responsabilidad”.

Relacionado con el tomar con moderación, Mónica Sosa consideró que el mayor enemigo de un buen vino es el borracho. Y más allá que suena como una frase, es una gran verdad porque sino, uno no disfruta el placer de tomar. Y añadió que una vez que “se pierde el control del disfrute por la ebriedad, el objetivo o nuestra función como dueños de la vinoteca se desdibuja. Para nosotros el vino es un concepto, ya que amamos esto con tanto gusto, en donde cada botella, es sagrada”.

“Se vino diferente” se encuentra en calle Pellegrini 435 y los horarios de atención son de 10 a 13 horas y de 18 a 22 horas, por la tarde. También, se lo puede seguir por todas las redes sociales bajo el nombre de “Se Vino Diferente”.

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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