El miedo que superaron los grandes emprendedores

 

Grandes emprendedores, antes de ser reconocidos por sus notables logros, tuvieron que vencer al miedo.

Ya sabemos que no se trata de no tener miedo, sino que se debe al proceso –o fortaleza- por el cual las personas vencemos al miedo, una relación vinculada a la valentía. De esa forma, la clave reside en la manera en que reaccionamos ante las situaciones difíciles, donde las experiencias tienen gran influencia. Por lo tanto, puede decirse que esas reacciones pueden enseñadas, aprendidas y mejoradas, tal como reza el encabezado de la ex primera dama estadounidense, dando cuenta que se puede crecer a partir de él.

¿Realmente tengo tanto qué perder?, lanzó Steve Jobs, cofundador de Apple, en la Universidad de Stanford en 2005. Gravemente enfermo afirmó:“el acordarme que moriré pronto es la herramienta más importante que he encontrado para tomar grandes decisiones en mi vida. Las expectativas, el orgullo y el miedo al rechazo se deshacen ante la muerte dejando ver lo único importante. Recordar que morirás es la mejor manera de no caer en la trampa de tener algo que perder. Ya estás desnudo, no hay razón para no seguir tu corazón".

En Jobs, la idea de una muerte cercana la transformó en un pensamiento positivo, invitando a no preocuparse ante la finitud de la vida, generando una herramienta motivadora para continuar su proceso creativo en lugar de la parálisis.

Por su parte el basquetbolista Michael Jordan ha tenido la capacidad de reinventarse constantemente. Solía decir “nunca digas nunca, los miedos son límites y éstos son a veces una ilusión”, un verdadero automotivador.

De él se desprende la necesidad de superar el miedo, como el niño que por temor es incapaz de hacer algo nuevo. Sin los incentivos de nuestros seres queridos, el simple andar en bicicleta, se transformaría en todo un impedimento. Una vez logrado, el orgullo nos ha invadido, la alegría y la satisfacción nos invaden.

 

Las personas necesitamos un impulso, una afirmación de que podemos hacer, de modo que el miedo no se imponga. Así como hemos necesitado de alicientes para girar el pedal de la bicicleta, y pudimos salir de la zona de confort, también de adultos debemos recordar que podemos hacer. Porque como dijo Jordan, hay miedos reales y otros que son una mera ilusión. Por eso debemos recordar que ellos tuvieron inseguridades, pero lograron lo que hicieron aprendiendo a conquistarlas.