La mudanza de Sinnot

Pinturería Bolívar se trasladó al espacio Devito. Más integración con el gremio, inclusión de nuevos productos y ofertas de temporada marcan la transición.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guillermo Sinnot abrazó el comercio de la pinturería a fines del año 2002. Dice "sin saber nada del tema", ya que se trató de una elección de circunstancias de vida, es que "después del fallecimiento de mi papá, decido volverme de Buenos Aires" sin saber muy bien qué hacer. Abandonar las actividades capitalinas, al regreso local, y después de evaluar una serie de alternativas optó por la continuidad del negocio que tenía uno de sus amigos.

Nacida en la crisis Pinturería Bolívar ha sorteado los múltiples cambios sociales que acompañan a nuestro país. Sin embargo ha logrado consolidarse en el mercado local, afianzándose y logrando un sostenido crecimiento. "Yo no me puedo quejar, entre bajas y subas siempre me ha ido bien", sostiene con el optimismo que lo caracteriza..

Sinnot no solamente es un buen comerciante para vender, sino para acceder a buenos proveedores. La misma personalidad que lo caracteriza para generar buenas relaciones locales le han valido para establecer lazos de confianza con quienes son fabricantes o distribuidores de los insumos que comercializa, algunos de los cuales ya alcanzan categoría de amigos.

Se ha caracterizado por su apertura en las relaciones comerciales, por las posibilidades de generar alternativas para los compradores, "siempre intento buscarle la vuelta, tratando de ofrecer la mejor calidad para que mis clientes no tengan reclamos", sostiene al interpretar la atención, asesoramiento y seguimiento que tiene de aquellos que lo tienen como proveedor de insumos.

El traslado al Espacio Devito "fue algo que comenzamos a conversar hace cerca de un año, es una posibilidad de poder compartir con quienes están en el rubro", logrando una suerte de complementaridad en la comercialización, "por lo que tenemos una expectativa muy alta", define Sinnot. Cabe recordar que el nuevo emplazamiento será en calle Sarmiento Nº 741, donde funciona uno de los más tradicionales comercios de la construcción del partido de Bolívar.

Inmerso en los últimos y lógicos inconvenientes de una mudanza comercial, Sinnot, como coordinando una escuela orquesta, se reparte entre la atención de clientes, proveedores, distribución de mercaderías, reconexiones tecnológicas, ensamble y rearmado de equipos. Ya no queda nada, y aún en momentos decisivos se toma tiempo para contar que además de la mudanza quiere aprovechar para relanzar productos, reforzar otros y generar algunas ofertas a modo de festejo. Paralelamente define que "la comercialización de Ligantex es una garantía de calidad, lo cual vamos a continuar; igualmente se van a implementar algunas ofertas. Pero lo que queremos destacar en la incorporación de micropisos, algo que anda muy bien y que en unos días estaremos haciendo una charla para los aplicadores y clientes; es algo que aplicación cementicia que ponen los albañiles y que queda muy bien, como si fuese un laqueado, muy fácil de pasar". Un fuerte del comercio es la pintura automor, siempre trabajando la marca Glasurit, "aunque en la actualidad estamos teniendo algunos problemas en Buenos Aires con la entrega de algunos básicos, producto que sigue siendo una fortaleza para nosotros".