Nuevo impulso agroecológico en Bolívar

Se trata del 10°Encuentro de Pueblos Fumigados y 3° de Agroecología de la Provincia de Buenos Aires.

 

El Colectivo Tierra Viva Bolívar organiza el 10°Encuentro de Pueblos Fumigados y 3° de Agroecología de la Provincia de Buenos Aires con el fin de impulsar nuevas y eficientes prácticas en la producción agraria.

El encuentro se realizará los días sábado 16 y domingo 17 de marzo en la Escuela N° 11 de nuestra localidad. Los organizadores han expuesto que el objetivo de la convocatoria es el de “pensar, debatir, tomar partido acerca de  las problemáticas que nos incumben como región y abordar de manera colectiva los grandes desafíos que el camino hacia una agricultura sustentables nos presenta”.

Desde el grupo invitan a la concurrencia para afianzar redes y líneas de acción, como también el deseo que “seas parte de la construcción política y social de este modelo productivo para lograr abastecernos de alimentos sanos a partir de un trabajo digno, cuidando el ambiente y fortaleciendo las relaciones comunitarias. Consideramos que estos encuentros son sumamente necesarios para generar estrategias que nos permitan frenar el actual modelo ecocida y avanzar en propuestas agroecológicas”.

Desde el movimiento se informa que se realizarán distintas actividades con “colectivos, asambleas, organizaciones, frentes del sector rural, vecinxs, investigadorxs, docentes y miembros de la comunidad”, asumiendo la responsabilidad frente al futuro.

 

La denuncia

En la organización exponen una serie de datos tendientes a concientizar acerca de la responsabilidad presente para pensar el futuro. Por ejemplo que en el control realizado a “38 alimentos (frutas, hortalizas, cereales, oleaginosas) se encontraron 82 agrotóxicos diferentes, de los cuales el 44% de ellos son cancerígenos, el 44% disruptores endócrinos y el 23% inhibidores de las colinesterasas, según datos oficiales brindados  por SENASA  a la ONG Naturaleza de Derechos”.

Por la escasez de tierras –dicen- se “generan dependencia a lxs productorxs que arriendan, quedando sujetos a los estándares de producción asociados a los paquetes tecnológicos de los monopolios del agronegocio”. Consecuentemente la “agricultura industrial contribuye con cerca del 25 – 30% de las emisiones de gases efecto invernadero, modificando tendencias climáticas y comprometiendo así la capacidad del mundo para producir alimento en el futuro”.

Incluyen en su proclama la espantosa cifra de “700.000 niñxs y adolescentes (que) son fumigados en horarios de clase, mientras ejercen su derecho a la educación en las escuelas rurales de país”.

Finalmente entienden que “el problema de nuestra era es, en realidad, la contaminación total del medio ambiente con sustancias con un increíble potencial de daño, sustancias que se acumulan en los tejidos de las plantas, y que penetran en las células germinales para destruir o alterar el material hederitario del que depende la forma que tome el futuro”. Producción que se ve concretada en “el Mercado Central (que) controla y terciariza las redes de distribución sin responsabilidad sanitaria por los productos y precarizando a lxs trabajadorxs rurales controlando las redes de comercialización y sus precios”.

El último reclamo lo dedican a “la persecución por parte de organismos del Estado, entes públicos  y privados, hacia profesionales que abanderen la ciencia digna en nuestros territorios”.

 

Reto futuro

Tierra Viva Bolívar expone que el reto y propuesta hacia el futuro consiste en “abrir un espacio de discusión y concientización acerca del impacto negativo de los agroquímicos sobre la salud humana y el medio ambiente. Organizarnos para generar conciencia sobre la necesidad de reglamentar su uso como un primer paso en el camino hacia su abandono, ya que consideramos que son tecnologías perjudiciales para la vida y la soberanía de los pueblos. Contribuir  a la difusión de la agroecología como forma de vida sustentable para nosotros, para el medio ambiente, y para y por el derecho de las futuras generaciones. Acompañar  a los productores en el proceso de cambio hacia esta forma de producción (u otra similar) que considere a la Tierra como un organismo vivo y a los seres humanos como sus custodios y no como sus dueños”.