top of page

El tren ya es historia en Bolívar

Ferrobaires dejará de existir. Parte de los trabajadores se jubilará, otros intentan ser reubicados en otra localidad. Un fragmento del proyecto nacional ha bajado las barreras para siempre.

 

La estación de trenes de Bolívar parece abandonada, sus vidrios rotos, sus puertas entreabiertas como esperando los pasajeros que vinieron a poblar las chacras. Solamente pululan la desazón y la nostalgia de aquello que fue, y que ya no volverá.

A pesar de los reiterados y sostenidos intentos de los trabajadores por recuperar el servicio ferroviario para nuestra localidad, las respuestas fueron siempre excusas para dilatar lo que hoy es un hecho. Ferrobaires fue cerrada y el 15 de marzo sus trenes pasarán a la órbita nacional. No se trata de aquél famoso "ramal que para, ramal que cierra", pero una remake de aquél neoliberalismo ha decidido poner fin a la agonía, y formalmente el ferrocarril en Bolívar ha pasado a ser historia.

Gustavo Morales es abogado, pero él se define como conductor de trenes. Por sus venas corre el ferrocarril, su familia es ferroviaria, sus amigos y su historia también. Por unos días, aún es empleado de la empresa, uno de los 16 trabajadores que tienen que elegir entre la jubilación o el traslado a otras localidades, un esfuerzo en el que todavía negocian desde el sindicato.

Morales interpreta que una de las razones fundamentales para la decisión gubernamental "es el tema vías, que es la que hemos tenido siempre, que solamente necesitaban mantenimiento, pero que están ligadas al abandono", situación que durante años han estado reclamando "a los diferentes administradores para que se mejoraran las cuadrillas, que se pusiera más gente, que mandaran materiales". Destaca que "el tren corrió hasta donde pudo porque la gente puso todo y hacían lo imposible para llegar, teniendo mucho cuidado; nosotros ya sabemos cuáles eran los peores lugares", pericia que permitió alargar la llegada en condiciones de mediana seguridad, lo que se hacía "con un cuidado enorme para llegar a destino", sin embargo, esos mismos argumentos sirvieron para cerrar muchos de los ramales que hoy se suman al local.

La misma historia del tren refiere al desarrollo nacional, y la identificación de los trabajadores ferroviarios con su trabajo forman parte del folklore argentino. Consultado sobre el sentimiento de personas con larga militancia laboral, Morales recuerda "la gente llorando, son momentos horribles. El trabajador en general se identifica con su fábrica, su elemento de trabajo; esto hace que sea mucho más doloroso. Ahora el sindicato trabaja fuertemente en la reubicación de los más jóvenes, y otros se tendrán que jubilar. Esto ya lo pasamos en los 90, yo lo vivo doblemente, yo era muy joven, estuvimos en la cuerda floja durante mucho tiempo; pero otra gente, como mi viejo, se tuvieron que ir con un retiro voluntario. Ahora me toca vivir lo mismo que él, es muy doloroso, porque ves que esa empresa que considerás como propia se está terminando".

Al analizar el ámbito provincial Morales define que "desde el 15 de marzo Ferrobaires deja de existir. Todos sus trabajadores pasan a la órbita nacional en la empresa SOFSE , que es una empresa mixta, con capitales del Estado, que va a mantener algunos servicios", a la que pasarán algunos de los trabajadores. La preocupación del ferroviario pasa por el destino final de aquellos que quedan sin destino. Se aventura que "uno de los destinos pueda ser Olavarría, situación que implica el desarraigo de los trabajadores, pero al ser los más jóvenes tal vez puedan hacer lo mismo que nosotros en otro tiempo, cuando íbamos a trabajar a otra localidad", "algo que uno hace con tal de no perder el trabajo". Igualmente no hay confirmación de la continuidad de las actividades de esas personas, "aunque desde el sindicato se está haciendo todo lo posible".

Como relata el conductor, el destino final del ferrocarril en Bolívar ha seguido la inercia de los noventa, conjuntamente con la decisión de no hacer, hasta la sentencia final.

Quedan las historias, las esperanzas desgastadas y una serie de edificaciones muy significativas a la idiosincrasia de los pueblos. Las mismas quedarán en manos del Estado nacional, "en lo que los Municipios pueden colaborar para que los edificios no se destruyan y no sean canibalizados".

Tristemente otra historia que llega al final signada por una lógica económica que deja un sinsabor de sentimientos que no saben de racionalidades humanas. Como final Morales interpreta que "es lo que nos han dado, después de tantos años peleándola es como haber perdido las fuerzas, es un agotamiento" sintetiza con aflicción, cerrando también él, una parte de esas historias comunitarias.

  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page

Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

bottom of page