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Naya y sus 20 años de radio

 

Emprendedores culturales

Naya y sus 20 años de radio

En Radio Federal se vive el pluralismo ideológico. Su director afirma buscar un estilo, rescata la ética profesional. Pretende que sus oyentes saquen sus propias conclusiones. Reafirma su compromiso democrático.

 

 

El “flaco” Jorge Naya dirige Radio Federal, es su propietario, y también conduce su propio programa, además de ejercer como productor general. Prácticamente vive en la radio, respira radio, siente como pocos la pasión por éter. Tiene las puertas abiertas, caracterizado por su generosidad, por su amplitud y frontalidad, también lo es por generar espacios plurales.

En mayo se cumplen dos décadas de su desembarco definitivo en la radio. Define con simpleza: “me interesa más el estilo y la ética” que todo lo demás, aunque reconoce “que el medio tiene que ser sustentable, pero después vendrá todo lo demás”.

Naya resalta lo auténtico, y se muestra como tal; si está convencido avanza con la idea sin preocuparse por lo que pueda determinar la audiencia. “No me mueve ni el rating ni la plata, trabajo por el convencimiento de un armado, de un estilo de radio”.

Respecto a su apertura a nuevos espacios explica desde las tripas, dice que “si queremos vivir en un país en democracia, y somos realmente demócratas, eso tiene que existir. El periodismo es una de las patas; por más que no me guste una idea, es bienvenida, aquí están todos, desde los antikirchneristas a los ultrakirchneristas, lo importante es que cada uno puede dar lo suyo. Lo que me importa es que la gente pueda sacar su propia conclusión después de un comentario o una nota. Que no se queden con lo que le dice alguien desde un micrófono”.

Por aquellas razones es que su radio la define como federal, “el nombre es una idea de mi señora, ella me dice si vos hablás tanto de pluralismo, de federalismo, ponele Radio Federal, porque lo de radio me da más la idea de federal, con amplitud, con libertad”.

 

De la nada

Naya es porteño, precisamente del barrio de Pompeya. Allí conoció a su actual esposa, Betina, hasta que decidieron casarse y venir a vivir a Bolívar. Él dejó su trabajo en el grupo Bridas, ella en la universidad. No conocía ni a sus suegros, en el verano vino a vacacionar a la chacra de sus suegros, a conocerlos, a informarles que se casaban y que iban a residir aquí. Él se iba a dedicar a la actividad cuentapropista como técnico electrotécnico, incluso cumplió un contrato como tal en la cooperativa local.

El perfil técnico comienza a flaquear. Así, al finalizar aquél contrato laboral, “un tío de Avellaneda que tenía una papelera, me dice que yo tenía pasta de vendedor, por lo que me propuso vender sus productos. Me fue muy bien con la papelera, tenía muy buenos precios y productos”, hasta que el periodismo lo atravesó, lo atrapó y lo ocupó por completo.

En 2000 se recibió de periodista, actividad que eligió “porque estaba cansado de la parte técnica, me atrajo lo humanístico. En el contacto con la gente que me daba la venta, me di cuenta que realmente me encantaba. Y el periodismo lo empecé desde el mejor lugar, que es el móvil, con el contacto con la gente y el ritmo que te impone el vivo”. Así hay elementos que lo caracterizan como periodista, “no soy de estructurar notas, a mí me gusta el vivo, me surgen las preguntas, y directamente lo pregunto”.

 

La tele primero

En la época en que los videosclip se adueñaban del espíritu adolescente, Naya es tentado para producir Video Música en Canal 4, Telebolívar. “A Luis Orellá se le ocurrió hacer un programa de videos para el verano”, mediados de la década del 80, el que finalmente “va a conducir Hugo Díaz y yo hago toda la producción. Eso lo hacemos por más de un año, terminamos con una gran fiesta en el boliche Manhattan, haciendo el cierre del progama”.

Ya finalizada la etapa, “yo continuando con mi actividad en la papelera Legna, a la vez que auspiciaba el programa En Línea de Carlos Ruscitti y Héctor Bordino. En el ´94 me invitan a hacer los comentarios del mundial de fútbol. Inmediatamente terminado sigo haciendo el móvil de aquél programa, y desde allí comenzó todo”

Ya adentrado en el periodismo, continuó En Línea, después, más tarde “en la misma radio Espacio empezamos a hacer Lo Nuestro, un programa agropecuario, el que más tarde se hizo en la radio de Ledesma”. Cuando Ruscitti deja de hacer radio, Naya comienza con un programa que lo marcará, que será su registro, 9AM, “en radio Boreal, en 1999, y en el año 2000 cuando Jorge Soria arma su radio, arrancamos de nuevo con Ruscitti el programa En Línea, con Bety Alba, Hugo Díaz y unos cuantos. Eso funciona un tiempo bastante corto, y después continúo en esa radio hasta 2008 donde puedo instalar mi Radio Federal”.

La Federal marca el –quizá- definitivo proyecto. Surge de “un empujón de amigos, los que me dieron el ánimo para empezar, todos dando una mano, desde Conicente y todo la ayuda en la parte eléctrica, Delgado con la cortinería, Fernando Valdez –un ladero incondicional-, un apoyo del que hay que ser agradecido siempre”, con lo cual se dio el gusto de “poder plasmar mi propia idea de radio”.

 

Radio Federal

Cuando evalúa la propuesta a cinco años atrás, Naya entiende que “no hubo desvíos desde lo que habíamos pensado en nuestra línea editorial, lo que se hace hoy es lo que se pretendió hacer desde el principio, que es –por supuesto- tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible, y en eso no podemos hacer demasiado. Otro aspecto es ser auténtico en lo que uno dice y se hace, y tener pluralidad, incluida la cobertura musical”

Hay otra característica muy personal, un trabajador permanente, intentando mejorar, con un espíritu claramente emprendedor. Naya expresa que lo moviliza “la pasión, dicen que uno tiene que estar feliz si trabaja en lo que a uno le gusta, y yo lo hago. En la vida fui buscando lo que me gustaba, y me fui posicionando en ese nicho cada vez que encontré algo que me gustara, sea la venta, o ahora que sigo interactuando con la gente. Para mí lo primero es lo periodístico”.

 

Emprendedurismo cultural

No se vive del aire, pero Naya sentencia sus posiciones. “Uno tiene que aunar criterios y prioridades, porque sos periodista y empresario, propietario de un medio, ahí hay que definir las prioridades, si importa más lo periodístico o lo económico. Acá en Radio Federal es lo periodístico, que no implica considerar que esté mal lo económico, porque eso beneficia a la empresa en sí; acá se elige otra cosa, es una elección de vida”

La actividad periodística tiene sus sinsabores, donde uno se “sobrepone como puede. Hay muchos sinsabores, uno se debe acostumbrar a que haya cosas que deben suceder, y haya otras en que no te podés acostumbrar. Uno espera que se acepte que uno diga las cosas, a favor de A, B o C, no como una verdad, sino que se respete lo que uno piensa, que uno no miente ni está con ánimos de poner cizaña ni palos en la rueda; por momentos se ve un reconocimiento por el lado de la gente, y eso es lo más importante, para eso uno vive”, explica. Agrega el “placer de contar con auspiciantes que hace 20 años me acompaña, entonces uno las cosas tan mal no las hace, después, si le gusta más a la mayoría o no, ya es otra cosa”, interpreta.

 

Periodismo comprometido

Rechaza dar consejos, “sí puedo decir lo que espero para el país, para la gente, que se pueda crecer, dialogar, que se pueda una vez, como en otros países, tener criterios básicos, un norte sobre los grandes temas. Después uno tirará más a la derecha o a la izquierda, pero que no se esté permanentemente denostando al que se fue, sino creciendo sobre la base de lo que hizo el anterior. Pero para eso es necesario el famoso gran acuerdo nacional; lo vez en EEUU, estén los demócratas o los republicanos, el país sigue creciendo, lo hicieron en Chile o Brasil. Eso se puede lograr cuando no pensemos en enemigos, sino todos constructores de una realidad para las generaciones que vienen”, dice desde una posición que ha establecido por décadas.

Recuerda que “lo esencial es la credibilidad. Un periodista que no es creíble, no sirve. La gente debe saber desde qué posicionamiento se le habla, no hablo del periodista militante –que es otra cosa-, sino de un periodista con honestidad en el posicionamiento. Yo respeto totalmente a quien tiene un posicionamiento político y lo conserva, sea quien sea, pero se sabe desde dónde habla. Por eso es que busco que la gente analice, porque yo hablo desde mi punto de vista, que puede ser erróneo. Lo que no se puede es que hoy sea hincha de River y mañana de Boca, si soy hincha de River y analizo a Boca, la gente sabe desde dónde lo hago”, clarifica con simpleza.

 

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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