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Cincuenta años de soluciones

Carlos Cardoso lleva medio siglo con su casa de repuestos. “Hago lo que me gusta”, sintetiza al repasar una historia que comenzó en una tintorería y luego en la agencia Fiat, donde definió un destino que lo acompañará por siempre.

 

Repuestería Cardoso, cumplió cincuenta años como comercio dedicado a la venta de repuestos del automotor, siempre con domicilio en el mismo lugar, en calle Sarmiento 381. La historia se remonta al año 1968, cuando la casa de repuestos se centraba en la venta de insumos para tractores Fiat Someca, que era el auge en esos años y la marca que más se vendía. “Estuve trabajando casi nueve años con Bonatti y Compañía, en avenida Mariano Unzué y por el mismo impulso de los propios proveedores y amigos, terminé abriendo mi propio comercio”, relató Cardoso en el comienzo de la entrevista.

Esos años eran muy distintos a los actuales en donde “si te tenían que dar uno, dos o tres meses de tiempo para pagar los repuestos te lo daban, eso sí, había que cumplir”, enfatizó.

El propio padre de Cardoso le facilitó el lugar en donde se encuentra la repuestería. “Antes había un inquilino al que se le vencía el contrato, así que lo pintamos, lo acomodamos con estanterías, el mostrador y arrancamos. El comienzo fue con repuestos para tractores Fiat Someca y ya estaban el Fiat 600, 1100, 1500 y se estaba lanzando el Fiat 1600, allá por los años 1968 – 69”, recordó en forma memoriosa.

Antes de llegar a su negocio propio, Cardoso estuvo trabajando en la Agencia Fiat, desde el año 1959 hasta abrir su casa de venta de repuestos. “Empecé como cadete, ayudaba donde me necesitaban hasta que se fue el repuestero que había y quedé yo en su reemplazo hasta que la firma, por cuestiones económicas, se vio complicada y yo después de nueve años de trabajar ahí (1959 – 1968), emprendí mi propio negocio”.

Tomar la decisión de independizarse en lo laboral no fue sencillo para Cardoso. En ese momento, también había tenido una propuesta de la firma Chevrolet, de Belcha Busquet Serra, en donde “un primo mío, Bernandino Tuya, era prácticamente la mano derecha del dueño. Me vinieron a ver para que me haga cargo de la parte de repuestos; pero entre seguir trabajando bajo patrón y cuando todos los viajantes me ofrecieron una mano en donde, en ese entonces, era más fácil montar un negocio, decidí empezar con algo propio”.

 

 

Cincuenta años de vida comercial son muchos y Cardoso atravesó todas las etapas y todos los gobiernos; pero aclaró que “no vamos a empezar a ver cuál fue el mejor o el peor. En este tiempo tan largo, todo lo que se dio lo pude pasar, bien o regular; pero siempre estuve trabajando y hoy sigo firme”.

En el año 1960 se entregó el primer Fiat 600 y después de salir todos los modelos, “hoy me encuentro vendiendo repuestos de autos de estos tiempos con una tecnología increíble; pero tratamos de seguir, ofreciendo un fusible de un fitito viejo y todo lo nuevo para los autos últimos modelos”.   

Durante tantos años al frente de su negocio y con innumerables vaivenes económicos, Cardoso nunca pensó en dejar su comercio y mucho menos, cambiar de rubro. “Cambiar de ramo no, porque fui a trabajar de mecánico y me pusieron de repuestero y aprendí a hacer esto. Las épocas malas las sufrí y he pensado mucho qué hacer o cómo seguir; pero nunca se me cruzó por la cabeza cerrar. Hoy, con setenta y cinco cumplidos, cincuenta años del negocio y siempre estando en la casa paterna, me siento cómodo”.        

 

En la actualidad, todo ha cambiado mucho y el rubro de repuestos no es la excepción, a lo que hay que sumarle el avance tecnológico en los automóviles. Sobre esta cuestión, Cardoso explicó que “lo que hace a la parte pesada en cuanto a los repuestos de tractores no vendo más, salvo filtros y alguna otra cosa menor que me encarguen porque es muy difícil mantener un stock de repuestos, teniendo en cuenta que hay muchas marcas”.

El fuerte de la repuestería se basa en la línea de Fiat automotor, desde los más antiguos hasta los más modernos. “También me estoy metiendo en lo nuevo, aprendiendo a la par de lo que va saliendo”, agregó.

Sobre la situación de los modelos con más años y ante el requerimiento de un repuesto, Cardoso respondió que se consiguen sin problema. “Sea Fiat 600, Fiat 125, Regatta, Duna, Fiat Uno, Palio. Todo se consigue, hay stock para esas unidades que ya tienen muchos años y de no tenerlo, hoy se trabaja mucho por medio del encargue”. Sobre este tema, destacó que “los pedidos llegan en 24 horas porque es muy difícil tener repuestos de todos los modelos. Antes era distinto porque los proveedores te ayudan para que uno hiciera un stock; pero hoy cambio todo, porque cuando llega la mercadería tiene que estar la plata. Los tiempos, en cuanto a los plazos que había, también son distintos”, destacó.

En estos cincuenta años de vida comercial de Respuestería Cardoso, se da la situación que vienen los hijos o familiares de quienes compraban en el comienzo del negocio. Al respecto, el dueño expresó que “son cincuenta años más nueve que estuve en Bonatti y Compañía, es decir, que son casi sesenta años, por lo que conozco generaciones de generaciones. A veces se da que viene alguien y le digo vos sos hijo de fulano y resulta que es el nieto. Hay personas que cuando venían hace tanto tiempo atrás, eran muy chicos, ahora ya son abuelos y hoy está viniendo un nieto a comprarme”.

 

El negocio siempre estuvo en el mismo lugar y nunca cerró sus puertas. “Son muchos años y siempre siguió. Yo estoy casado hace cuarenta años y siempre a la par mía está mi señora. Acá también se criaron las dos hijas y los tres nietos, que creo que no tienen intención de ser repuesteros, están por el estudio, lo cual, lo veo muy bien”, dijo entre risas Cardoso.

Consultado sobre si volvería a elegir lo mismo, respondió muy pensativo que “han pasado muchos años. Yo estoy en esto por un comentario que se hizo en un grupo de chicos que teníamos quince años cuando en la agencia Chevrolet – IKA, que estaba en avenida San Martín al 900, ante una huelga de SMATA, necesitaban gente. Yo trabajaba con Paulet, en la Tintorería Bolívar, como cadete para repartir ropa y un amigo me dijo de esta situación y fui a pedir trabajo porque me interesaba la parte mecánica, quien en esa época no pensaba en un autito, en las carreas de los hermanos los Gálvez o de Fangio. De todo lo que me preguntaron de mecánica no sabía nada; pero como don Ángel Paulet me había hecho pintar las máquinas y otras cosas, era lo único que sabía hacer. Coincidió que las personas que me estaban anotando para entrar a aprender el oficio de mecánico conocían a mi papá (Manuel) y me pusieron de cadete. Así, en el mes de enero del año 1959 me llevaron a la agencia Fiat, que estaba sobre la avenida Mariano Unzué (hoy Club Río). Mi intención hubiese sido ser mecánico pero estoy cerca, vendiendo repuestos”.

 

Contextualizando la historia, Cardoso relata que “la agencia Bonatti, en este tiempo, era muy grande. Nació en la avenida San Martín, donde hoy hay una estación de servicio. Se vendía toda la línea de tractores Someca Fiat y la línea Fiat en automotores. Y en la otra sede, se vendía todo lo relacionado con la línea IKA, como Jeep, Estanciera. En el amplio local de la avenida Mariano Unzué se llegó a vender, en toda la línea de tractores, 1700 unidades, siendo Bonatti unos de los que más vendieron junto a otra agencia de la provincia de Córdoba, que era donde se fabricaban estos tractores y también en Rosario; pero en la provincia de Buenos Aires, era Bolívar con la firma mencionada”.

Haciendo una amplia retrospectiva y repasando estos cincuenta años de vida comercial, Cardoso se mostró “muy conforme. Tengo mi familia y no cuento si podría estar mejor o no porque yo pienso que mientras esté con vida y pueda andar, es una gran suerte. Y tener a mi familia es un capital: mi señora, mis hijas, mis nietos y mi yerno”.

Después de tantos años, la idea es seguir. “Ya con setenta y cinco años cumplidos sigo acá, haciendo números con la birome”, lanzó Cardoso pensando en el futuro. Me levanto todos los días para trabajar en mi comercio y sigo andando. Hago lo que me gusta y hoy, con cincuenta años en este rubro, si te diría que me hubiese gustado ser relojero o panadero, no viene al caso”.

Contacto: Sarmiento 381

Teléfono: 428554.

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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