Tienda de Dulces

El ingrediente de la pasión

 

Maricel García, una ama de casa que visualizó su pasión pastelera y la convirtió en un microemprendimiento.

 

Tienda de Dulces, delicias de todo tamaño y forma para endulzar cada momento.

Maricel García combina pasión por la cocina dulce, profesionalismo y buena calidad en sus productos. El resultado está a la vista y al gusto de todos, sólo hay que probar.

Tortas para cumpleaños, desayunos personalizados, postres para todos los días, son algunas de las creaciones que Tienda de Dulces ofrece a los fanáticos de la repostería.

La relación de Maricel con las tortas y otros dulces no tiene un origen certero, como si ambos hubieran nacido en el mismo momento. En principio ella cocinaba para los suyos, una torta de cumpleaños, un postre para el finde semana y luego los conocidos comenzaron a hacerle encargues para fechas especiales. En esta instancia tuvo que encargarse de conseguir los mejores insumos, diseñar la decoración, ponerle un precio. De a poco se fue constituyendo en algo más que un hobbie. “Desde que mis hijos eran chiquitos yo hago tortas y postres, siempre me gustó pero nunca imaginé trabajar de esto”, reconoce Maricel.

A inicios de 2014 una amiga comenzó a insistirle con que debía difundir lo que sabe hacer: dulces de toda forma y tamaño. En marzo de ese año Maricel decidió crear una página de Facebook sin saber que ese sería el inicio del emprendimiento que cambiaría su vida: Tienda De Dulces. De a poco y trabajando su difusión junto a un bar de Bolívar, una vendedora de vinos, una diseñadora gráfica, Tienda de Dulces comenzó a mostrar su propia presencia. “Yo no planeé nada, todo se fue dando casi sin pensar” admite aún sorprendida.

Ya en circunstancias de vendedora reconocida Maricel decidió sumar profesionalismo a su talento repostero. Entonces realizó, entre otros cursos, una capacitación a cargo de Roberto Goni, el famoso chef pastelero que le brindó una serie de herramientas destinadas al crecimiento profesional. Lo que más le interesa es poder ofrecer un buen producto y tratar de mejorarlo cada vez más, en este sentido admite: “Aún tengo mucho para aprender, me gustaría seguir haciendo cursos y seminarios para mejorar la calidad del producto, me entusiasma mucho capacitarme en esto”.

 

El momento de crear un usuario laboral en Facebook significa para muchos/as emprendedores/as el comienzo de una nueva etapa, el lanzamiento al público que conlleva riesgos y beneficios en simultáneo. Maricel estuvo asesorada desde el principio tanto con el diseño como  con el contenido de la página, una inversión que aporta seguridad en esa instancia llena de incertidumbre. “En ese momento no tenía grandes expectativas sino todo lo contrario, pero la verdad es que me ayudó muchísimo y a partir de ahí recibí muchos llamados”. Facebook suele constituir la principal estrategia de ventas para quien desea mostrar sus productos de manera gratuita y sin límites geográficos, Maricel se familiarizó con la aplicación para el celular: “desde la computadora no lo uso pero el teléfono me permite leer mensajes, subir fotos. Aunque soy muy selectiva con las fotos, hay gente a la que no le gusta que la etiquetes. Facebook es una herramienta de trabajo muy importante para mí”. El perfil de Tienda de Dulces mantiene actualizados a sus seguidores con fotografías que despiertan el deseo y la pasión por lo dulce muy fácilmente. Además se hace evidente el buen trato con los clientes luego de la entrega de un pedido mediante mensajes de agradecimiento, reconocimiento y halagos. Maricel agradece a esta red social “el principal contacto con los clientes lo tengo por Facebook, es un ida y vuelta porque yo les agradezco y ellos me dicen que les gustó lo que les vendí, eso me da mucha satisfacción”.

El nombre Tienda de Dulces describe a la perfección el emprendimiento de Maricel ya que por un lado es una tienda virtual que surgió al momento de crear la página de Facebook que tiene su correlativo en la vida real. Además lo que se ofrece es una variedad de dulces que incluye encargues para la clásica mesa de dulces, tortas de cumpleaños, bautismos, casamientos, postres para compartir e individuales, desayunos y otras exquisiteces. “Lo que más me piden son postres para la tarde o para alguna comida. El tiramisú es el que más sale pero en realidad es muy variado y depende también de fechas como día del padre por ejemplo, época de comuniones, entre otros. Además es muy común que cuando se reúnen muchos  a comer me encarguen un postre y lo paguen entre todos”, comenta.

 

Las tortas y postres de Tienda de Dulces son elaborados con materia prima de primera calidad, los insumos utilizados son los mejores en el mercado ya que su propietaria considera importante que cada una de las entregas tenga garantizadas todas las propiedades de una torta, un postre auténticos: “Yo puedo afirmar que la materia prima es de primera calidad porque no soy mezquina en ese sentido y si bien cobro lo que corresponde no apunto a destrozar el bolsillo de la gente. Sí es bueno que sepan que todos los productos, sin excepción se elaboran con lo mejor”. Por otra parte las creaciones de Tienda de Dulces se distinguen por su forma y apariencia, es decir que  la presentación de cada producto acompaña al contenido: “la presentación, más allá de la torta o el postre en sí, me parece muy importante. La comida entra por los ojos ¿no?, entonces le dedico mucho tiempo y esfuerzo” asegura Maricel. Además cuenta que mucha gente le escribe a la página sin conocerla y sin haber probado algún dulce de la Tienda para halagar la presentación, lo que se ve, y afirma que eso le basta para prestarle especial atención a la forma de los mismos. Para esto cada cliente cuenta con el tiempo y el espacio necesario para describir qué le gustaría que llevara su futura delicia tanto por dentro como por fuera. “Antes de comenzar una nueva torta me interesa saber si quien me la encarga prefiere el chocolate, la frutilla, la crema, además del diseño, el color, la figura que quieren que lleve arriba, es decir que la vamos ideando juntos”. La presentación también está acompañada por una serie de detalles que hacen únicos a los productos de la Tienda: “me gusta que cada entrega sea como un agasajo entonces a la torta le agrego por ejemplo una tarjeta de feliz cumpleaños, tarjetas personales, stickers en la bandeja de desayuno, tazas con mensajitos, entre otras cosas”.

Previo a Tienda de Dulces la vida de Maricel transcurría como la de una ama de casa tradicional y todo su esfuerzo y voluntad estaba dedicado exclusivamente a su familia: “La vida me cambió mucho, sobre todo a mis hijos. Antes me dedicaba a ellos por completo y ahora tengo mis propias responsabilidades. Ellos se tienen que readaptar, más allá de que yo siempre estoy a su lado es como que me extrañan”. Aquello que parecía seguir su curso de la misma manera de pronto dio un giro inesperado, incluso para su propia protagonista que sin ninguna experiencia laboral se lanzó al mundo del mercado, no sin miedos pero sí con mucho entusiasmo: “a mí me encanta lo que hago y aunque a veces es agotador me gusta ser responsable, responder a mis clientes sin descuidar a mi familia”.

El caso de Maricel es representativo para muchas mujeres que tienen algún talento pero no se animan a publicarlo, difundirlo o temen no poder satisfacer al mercado. La experiencia de Tienda de Dulces demuestra no existe un momento indicado y premeditado para lanzarse al mundo laboral sino que este llega en la medida en que el/la emprendedor/a se deja guiar por sus capacidades. Maricel combina, no sin dificultades, la vida familiar y profesional pero asegura que es posible hacer lo que le gusta sin dejar de lado otros intereses, el hecho de “trabajar en casa tiene la ventaja de poder estar presente para mis hijos. Trato de organizarme y comenzar a trabajar de noche cuando los chicos ya terminaron su día y está la casa tranquila. Es desgastante por un lado pero es muy gratificante por otro, es un esfuerzo que vale la pena. Me da satisfacción cuando la gente me agradece y cuando a mí misma me gusta lo que hice, algo difícil de que pase”. La autoexigencia que hace al profesionalismo de Maricel a veces se traduce en poca confianza en sí misma que a su vez, y paradójicamente, logra un mejor producto final. “Yo siempre trato de dar lo mejor de mí, no quiere decir que no tenga errores pero los clientes siempre me reconocen lo bueno y yo estoy agradecida con eso” agrega con humildad.

Lo que en principio parecía una actividad más en la vida cotidiana de Maricel pronto se convirtió en una salida laboral, un espacio de esparcimiento y aprendizaje:“la experiencia con Tienda de Dulces me superó por completo, nunca esperé tener tanto trabajo de lo que más me gusta y todavía me sorprende”. Este éxito no habría sido posible sin la respuesta más que positiva de la gente de Bolívar.“Me da satisfacción que vuelvan a confiar en mí después de haberme encargado algo antes”, dice.Esto constituye además un factor determinante para poder continuar con el emprendimiento y prolongarlo a lo largo del tiempo, afirmando que espera“poder seguir trabajando, no fallar y responder siempre a los clientes”. Por último, agrega:“me interesa que siga creciendo Tienda de Dulces por supuesto”.

                                

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