Recesión: el fin de la caída

 

El último informe del INDEC informó sobre el avance de la actividad económica del último trimestre de 2016, lo que marcó la evolución del PBI en ese período. La consultora Invecq precisó que la "variación trimestral desestacionalizada del PBI arrojó un -0,2%", lo que "apenas se redujo dos décimas porcentuales respecto al nivel registrado en el segundo trimestre del año". 
Desde una mirada optimista la prestigiosa consultora concluye que aquél dato "implica un virtual estancamiento y representa una clara señal: la caída de la actividad económica que venía acelerándose consecutivamente desde el cuarto trimestre del año pasado (-0,6%, -0,8% y -1,9%) se desaceleró fuertemente en el período julio-septiembre, hasta casi detenerse por completo".
Sin embargo otros lo comparan respecto a 2015, y con un saldo negativo de 3,8%, se afirma la continuidad de la recesión. Invecq establece que ante la crisis, comparar en términos interanuales no permite ver el quiebre de la tendencia negativa, lo que consideran desde términos económicos (y no meramente matemáticos) como uno indicadores a tener en cuenta "para detectar tempranamente el cambio de tendencia en la actividad económica"; igualmente lo proponen para la evaluación de períodos positivos, analizando el trimestre "malo" como una señal de alerta sobre la que debe actuarse.
Los consultores subrayan el dato que el indicador del -0,2% es un número muy cercano al cero, por lo tanto "representa un virtual estancamiento más que una caída". Paralelamente analizan la variación de sectores económicos en los que recuperaron su actividad, proyectando para el país una recuperación del PBI a partir tercer o cuarto trimestre.
"Técnicamente para dar por finalizado un proceso recesivo se necesitan dos trimestres consecutivos de variaciones positivas", concluyen.