Jugar el juego

 

 

 

 

Por Verónica Ruiz

 

Día a día al despertar, debemos renovar nuestras licencias personales.  Ellas están inconscientemente asociadas al clan familiar, a la cultura de mi barrio, al legado social, a la economía y si se quiere, también a nuestra mascota.  Más, como si fuera natural, nos movemos hacia lo cotidiano, sin advertir ese espacio que existe entre el que yo era mientras descansaba y soñaba, y éste que de un brinco, se vistió el personaje.  Hay cinco minutos, en reposo, al abrir los ojos, que lo pueden cambiar todo!. 

 

¿Cuál es tu contrato con la vida?
Propongo un enfoque nuevo.  Revisá la letra chica del contrato que firmaste con tu vida, repasá los puntos, hacé un plan estratégico, armá metas, objetivos, refinanciá tu tiempo en cosas perdidas y adquirí una posición asociada a la experiencia! 
Entonces, jugá el juego de la vida, porque jugarlo ya es ganar!  Lo que ocurra como resultado, será solo eso, un resultado.  Ni perder te convierte en un perdedor, ni ganar evita que te pierdas.
Esta nueva percepción, contiene al pasado solo como referencia, pero aquí, en el ahora, vivís por experiencia, registrándolo todo por primera vez, usando tus sentidos frente a lo nuevo, expandiendo los pulmones para soplar tu voz y abriendo tus manos en vuelo causal.
Dibuja y colorea tu nuevo mapa.  Llenalo de preguntas!! Deshacete de la mitad de tu closet, de los libros que un día fueron manual, de la basura en tu desayuno, de las fotos del buen ser, de los debería y quema la obediencia debida, así, como brisa fresca, entrará en tu morada la obediencia de vida.  De tu Vida!!
Hemos sido obedientes a cuanto sistema nos acogió, desde muy pequeñitos y sin siquiera advertirlo.  La libertad como adultos conscientes, reside en comenzar a ser los pensadores, redactores y actores de nuestra propia existencia.  Así … como jugando … y con licencia para perder… y seguir jugando, una y otra vez, con cada amanecer.