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"Geohistoria de la pampa bonaerense"

Espacio y tiempo desde los originarios a San Carlos

La revisión de la historia y la geografía que realizan Waks y Lapena otorga una mirada a la ocupación del espacio, el nacimiento de un circuito económico, una inclusión global y un gran giro a la mirada de la batalla que da nombre a la ciudad.

 

Graciela "Bachi" Waks ha hecho de la educación geográfica un espacio de reflexión y resignificación de la enseñanza y percepción de los pueblos originarios en nuestro país. Es de aquellas geógrafas que insiste en reforzar los vínculos entre tiempo y espacio, territorio e historia, para describir la construcción y uso que la humanidad ha hecho en el tiempo.

Reacia a aceptar la palabra dada le gusta andar su propio camino. Egresada como maestra normal, realizó su profesorado de geografía en Azul, y cuando estaba terminando la carrera - como corolario- cursó la licenciatura. Como parte de esa incomodidad frente a los diseños curriculares, los programas y la bibliografía existente es que decide trabajar la tesis final, que termina convirtiéndose en el libro que ella hubiera querido ver en las aulas.

"Geohistoria de la pampa bonaerense" es una publicación que intenta otorgar "una visión de la construcción del territorio con el aporte de la geografía física, la geología, la literatura, la antropología y arqueología", como define Bachi se trata "de una historia total y de una geografía holística".

Waks tuvo dificultades para definir la conjunción de enfoques, el geohistórico, hasta que precisado, halló en su colega Jorge Lapena un complemento en la visión.

"Yo quería tomar la geografía como base, el espacio sobre el que se desarrollaron los acontecimientos humanos" dice la docente, "quería recortar en el territorio los acontecimientos de esta zona" porque "Bolívar fue un enclave estratégico en esa construcción, porque se trata de una ubicación central en el camino de la rastrillada -sobre la línea de aguadas- principal en época de dominio indígena y más tarde tiene continuidad -con el tendido de ferrocarriles- en el período agroexportador".

                       

A Waks no le explotó ninguna epifanía, sino que el tema de la problemática originaria y las miradas de la historia oficial y la total vienen desde su infancia, con una criticidad que se remonta a sus abuelos ucranianos y letones. De sus padres heredó una extensa y rica biblioteca temática, más los que ha obtenido durante la vida; "últimamente con Internet podés adquirir muchos libros viejos sobre el tema, pero a su vez hay muchos autores nuevos que están abordando" la cuestión.

Quienes se han educado con Waks han recibido la influencia crítica acerca de la historia oficial, en el que los clásicos como Ceballos, Schoo Lastra, Mansilla, Tello, Ramírez Juárez, García Enciso, Ebelot, "tantos libros, pero que contaban la historia oficial". Además de su padre, tuvo un tío que era escultor indo-gauchesco y también un gran coleccionador, todos aportantes de ideas, objetos, bibliografías e historias que desbordan la casa de la autora. "Pero había algo más importante, que eran las charlas en la mesa, mi papá tenía sexto grado, pero era muy culto, él siempre nos decía que la Campaña al Desierto se hizo para quitarle la tierra a sus dueños, que eran los indios. Mamá leyó todos esos libros, cuando yo me quedaba sin lectura, ella me acercó La Guerra al Malón, del comandante Manuel Prado, y me encantó". Todo lo que leía después tenía una visita al campo con su papá, a lugares a los que hacían referencia. No obstante todo iba a confluir en un mismo lugar, en "Henderson vivía mi abuelo, que era talabartero, y siempre tenía la visita -desde La Larga- de un mulato que había sido el trompa de órdenes del mismo Roca; se llamaba Manuel Miguenz, montaba en pelo, entonces mi abuelo le regala un recado, y como en contraprestación el hombre le regala dos fajas", las que exhibe junto a otras piezas originales de época.

A la influencia luego le llega la formación, "porque en la medida que releía los libros, lo hacía en el contexto del espacio geográfico en que se sucedían los hechos y así fui ejerciendo relaciones, por qué estaban en ese lugar y no otro, porque es una única relación entre tiempo y espacio".

Cuando trabajó en la educación "me interesaba abordar lo que no se contaba, la otra parte, porque la historia que se contaba era la de Mitre, la de los indios ladrones... en la escuela comencé a contar la otra historia", e iba armando recortes para cada caso. "Mis alumnas me pedían que armara un libro que contenga todo, desde entonces lo he pensado, por lo que desde siempre lo tengo armado".

 

"Primero cuento los acontecimientos, cómo se ha construido el territorio, el nuestro, con sus características. Nosotros tomamos toda la región pampeana bonaerense, La Pampa, sur de Córdoba y la parte trasandina, que hoy son Chile y Argentina, pero que en el S XIX eran territorio aborigen. El mapuche no tenía nacionalidad, tenía identidad, la que constituía a partir del territorio que habitaba, qué comía, por qué se vuelve jinete, dónde acampaban... Al incorporar el consumo y tráfico de vacunos, que trasladaban siguiendo las aguadas, llevaban a Chile donde existía el territorio mapuche, independencia reconocida por los españoles en 1641 como la Araucania". El largo desarrollo y afirmación de los pueblos locales y su extensión en el territorio dan sustento a los estudios de Waks para sostener que aquí los mal denominados pampas, siempre han venido hasta Salinas Grandes a buscar sal. De esa manera comienza a establecerse un crecimiento del territorio hacia el oriente de los Andes, primero buscando ganado cimarrón, vacuno y caballar, "dando lugar a un circuito económico" porque se daba la comercialización de los mismos hacia Europa.

En el proceso de transformación, Bachi incluye el "contacto cultural que se da entre blancos y aborígenes, tanto directo como indirecto", y en esos intercambios con centro en Europa, comienzan a incorporar aquello que ellos necesitan. De esa manera subraya las teorías de "mundialización y posterior globalización que inició en el S XV".

 

En el caso local, Bachi analiza el período entre la Batalla de Cepeda y la Conquista al Desierto durante el S XIX, "porque todavía no tenía la posesión efectiva de la zona estudiada", cuando no existía gobernanza al sur del Río Salado y tampoco en el Chaco; "pero con la unificación política de la Argentina también comienza el período del modelo agroexportador". Entonces ella elige hablar de una "confrontación de dos cosmovisiones, la del blanco basado en la propiedad privada y la de los indígenas que consideraban como algo comunitario". Cuando Europa reclama "la provisión de materias primas, nuestra región, Bolívar, se convierten en un enclave estratégico" de la frontera, la que va transformando la línea de fortines, entre ellos el que dará lugar a la histórica Batalla de San Carlos, tema del cual la docente dedica un apartado para comprender la importancia y la revisión que requiere la misma.

 

En el proceso de la ocupación del espacio, en el tiempo son otros pueblos indígenas que vienen a ocupar la zona de Ventania, Guaminí y otros espacios de influencia, siguiendo siempre los mismos patrones. La figura que emerge es "Calfucurá, quien va a organizar todo el circuito económico, que con gran influencia ejercerá el liderazgo sobre otros grupos, que aún con problemas entre ellos, todos se juntaban en la Confederación General de las Pampas para tomar acciones contra el blanco, lo que pasa en la Batalla de San Carlos". Sarmiento decide tomar la zona de Carhué para romper el corredor hacia Chile, como contramedida Calfucurá resuelve hacer el gran malón para llevarse la mayor cantidad de ganado posible, un gran ejercicio de estrategia en el que los 3.500 lanceros y otra tanta chusma -encargada de logística y arreo- establecen el centro de acciones en La Verde. La reacción es conocida, todos convocados al epicentro en el Fuerte San Carlos, una acción militar que se da "entre Carlos Casares y el fuerte de Blanca Grande, atacando 9 de Julio, Tapalqué, Olavarría. El 7 de marzo Calfucurá envía una carta al jefe del Fuerte General Paz, Juan Carlos Boer, avisando que iba a pasar por allí con los arreos".

Respecto a la batalla Waks relata una serie de ricos entretelones que derivan en una auténtica revisión del hecho histórico donde establece que "Calfucurá decide dónde dar batalla sobre uno de los tantos arreos que se producen", en la que Rivas tuvo otro rejunte de tropas muy lejos del relato oficial, "una batalla que se hizo a facón", porque el Remington tardaría años en ser incorporado a las fuerzas oficiales. Las fuentes oficiales dicen que ganaron, "pero las fuentes originarias sostienen que Calfucurá entretuvo en batalla hasta que pasaran los arreos", y luego realizó una retirada estratégica, lo que obligó a una relectura que da lugar a "una gran jugada estratégica de Calfucurá para atraer las tropas militares disponibles hacia un punto y poder llevar los arreos por el resto de los espacios". Waks y Lapena deciden jugarse a una "historia total que establece otra historia, la de utilizar el espacio que ellos conocían muy bien, con los caballos que tenían y se llevan lo necesario. Por el contrario, Rivas anduvo perdido, llegó con los caballos cansados y una tropa improvisada".

Finalmente, el "triunfo y la territorialización blanca y desterritorialización originaria comienza después de la muerte de Calfucurá, porque nadie pudo reemplazar su liderazgo", dando lugar a la historia sí conocida como la zanja de Alsina, campaña al desierto, surgimiento de estancias, desarrollo del ferrocarril, organizando el territorio basado en grandes latifundios impulsados desde Buenos Aires, "reemplazando el territorio libre, de subsistencia, a uno dentro de la economía global, pero no libre".

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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