Editorial

Tarifas, papers y nuevos presos: hegemónicos en la coyuntura económica

 

Abril tuvo un sacudón político con pocos precedentes. Con una sustanciosa suba de las tarifas que ronda el 300% en agua y gas, más el de transportes (100%), sumado al de electricidad y combustibles, se espera que la desaceleración inflacionaria de marzo tenga un importante repunte en el mes en curso.

La opinión pública mediática había concentrado la mira en el impacto en la economía doméstica hasta que la filtración de documentos de Mossack Fonseca puso a los Panamá Papers en el centro de la escena internacional. Funcionarios y celebridades de todo el mundo tuvieron que salir a explicar sus cuentas no declaradas en un -negado- paraíso fiscal, entre ellos el presidente Mauricio Macri, dando rienda suelta a una embestida opositora que tuvo como reacción una endeble respuesta del oficialismo y la obligación del mandatario a exponerse a la justicia.

De los temas hasta allí mencionados, los grupos mediáticos hegemónicos le cayeron con todo el peso de la tinta y los bits al partido gobernante, rompiendo una hipotética alianza que hemos heredado el discurso cristinista. Parece no ser así, los medios pegan por igual, y no se quisiera pensar que tiene que ver con el destino de la televisación del fútbol.

A aquello se suma la declaración -poco menos que de guerra- de Pablo Moyano (con sobrevalorado liderazgo, pero reconocido como portavoz) anunciando que se terminó la luna de miel.

Pocos días más tarde, el periodista e intelectual Martín Caparrós definiría la situación actual de Argentina como un lugar en el que lo bueno duró demasiado poco.

Paralelamente se producía la detención de Lázaro Báez y Ricardo Jaime, emblemas del gobierno anterior, vinculados los dos al desmanejo de los fondos público y el enriquecimiento ilícito, lo que conduce en línea directa a la ex presidenta Cristina Fernández, o al menos a su entorno más íntimo. Abril será un mes judicial sin dudas, de gran distracción económica pero de singular impacto.

La no progresista FIEL ha concluido que la canasta básica total aumentó un 13% en el primer trimestre, impactando para arriba en el costo de vida. La UCA -la que se transformó en una alternativa al inútil INDEC- había sido durísima en su análisis de la pobreza: 1.400.000 nuevos pobres se sumaron, con inmenso impacto en los hogares con hijos. Además el gobierno dio de baja 11.000 contratos laborales. Todo un combo volátil para atender en un pronto desgaste gubernamental.

Las recientes victorias parlamentarias frente al endeudamiento parecen ser historia. Queda esperar el destino de esa resolución y las medidas que vuelvan a poner al país en marcha.