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El coaching en casa

Comenzará un espacio de formación de coaching ontológico profesional en Bolívar. Calabia ya tuvo un encuentro de presentación en Venessia, haciendo el primer acercamiento a una disciplina que genera interés en profesionales, empresarios, formadores y conductores.

 

El coaching comienza a ganar presencia. Primero se lo entendió como cercando a las élites profesionales, como las del deporte, luego a las áreas de gerenciamiento de empresas líderes y con el tiempo se va incorporando a los espacios de conducción, gerenciamiento o liderazgo, incluso en el plano personal. En Venessia, Verónica Ruiz, organizó el primer encuentro de acercamiento al tema, para un curso que comenzará en marzo, tendrá encuentros mensuales de ocho horas de duración y durante diez meses, destinando el último a la elaboración práctica.

La innovadora presentación local estuvo a cargo de Alejandro Calabia, un reconocido coaching, experto en Recursos Humanos y gestión de equipos, entre otras actividades.

Calabia fue conduciendo a la nutrida asistencia a través de un gran relato, intentando señalar puntos de anclaje que deberían ayudar a las personas a transitar con menos conflictos por la vida, evitando medicamentos, recurriendo a técnicas tan conocidas como mindfulness, meditación y afines al yoga.

A partir del mindfulness, Calabia, explica e invita a las personas a realizar veinte minutos diarios de meditación, que –según su programa- permite una recuperación del 12% de la materia gris, permitiendo una mejora sustancial en las relaciones de las personas.

Calabia da cuenta que el estrés tiene como principal causante a las relaciones personales (laborales, amorosas, etc.), enfatizando que actualmente cualquier relación se basa en la necesidad de ser tenido en cuenta, de manera tal que se transforma en una cuestión de comunicación.

Ya inmerso en el ámbito comunicacional, el coach puntualiza en la necesidad de aprender a interpretar la comunicación kinestésica, no verbal, que es la que más información demanda. A fin de ilustrar la idea, expone el ejemplo de elección de pareja, el cual se establece inicialmente en una sucesión de procesamiento de información de dos minutos que incide en la aceptación o rechazo, proceso en el que interactúan la información biológica, como el animal que aún hay en nosotros, porque técnicamente somos un mamífero, y después dependerá del grado de humanización, que –añade- en la calle vemos que estamos llenos de fisuras.

Justamente, lo que Calabia denomina fisuras, pueden interpretarse como una reacción –como si fuera una alergia- en defensa de nuestro sistema inmunológico. Por ello la necesidad de incluir técnicas que permitan actuar fuera de la emoción, bajarlas, que maneje el enojo sin ira, llevándolas a un umbral básico. El coach entiende que como mamíferos existe la tendencia a desbordar, por lo cual existe el rol de los padres, para poner un borde a las acciones de ese mamífero en proceso de humanización; y sino, más tarde, lo hará la sociedad.

Pero, volviendo a la comunicación no verbal, entiende que quien la maneje, también podrá fingir, aunque existirán otros mecanismos de evaluación, tales como la dilatación de la pupila o el análisis de los silencios.

 

Sobre su amplia introducción, Calabia presenta una serie de herramientas a incluir en el bagaje de los presentes que pueden sintetizarse un juego de opuestos como duda/pregunta, reproche/reclamo o protesta/propuesta.

El experto vuelve a presentar su abanico de interpretaciones prácticas para revertir situaciones deficitarias en una relación o actividad. Indica que en el caso de las personas quejosas sucede que han vivido entre quejosos, por lo tanto se trata de un mal hábito que hay que reemplazar. Ejemplifica que en su rol de gerenciamiento puso a las personas quejosas a trabajar en control de calidad, obteniendo excelentes resultados. Dice, la queja es una cuestión de enfoque, ¿qué querés ver en mí?, sería la pregunta a satisfacer, y asimismo, lo que veas, lo estás potenciando, y eso lo lleva a potenciarse cada vez más. Subraya que hasta se puede hacer con buena intención, pero el método es erróneo.

En base a lo anterior es que asevera que los humanos generalmente no somos buenos canalizadores de problemas, por lo que un buen ejercicio consiste en buscar lo bueno en la persona que tenemos.

 

Lamentablemente, establece, vivimos muy rápido como para incorporar naturalmente procesos como el que plantea. Establece que gran parte del dolor que el ser humano tiene, es innecesario.

Otro aspecto que se desprende de lo antes dicho el inherente al miedo, tema que lleva adelante a través de la interacción con el público para terminar estableciendo que se trata de una cuestión lingüística, porque el miedo no paraliza, sino que yo me paralizo cuando tengo miedo, por lo tanto yo decido. Es así que infiere que el miedo aparece cuando nos faltan recursos para enfrentarlo.

Ya a modo de cierre Calabia entiende que toda emoción primaria no debe encararse directamente, sino que hay que ir por el contrario, tratando de recuperar los recursos necesarios para cambiar y enfrentar el riesgo/miedo. Paralelamente incluye la insatisfacción como un impulsor para la acción, es lo que nos hace mover.

Ese andamiaje expuesto por el coach se posibilita a través del desarrollo de un programa para manejar las emociones como el que comenzará en marzo.

 

Contacto: Verónica Ruiz 231 461-0293

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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