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Más que hacerte la cabeza

 

Andrea Mangas, coiffeur, spa y solarium.

De la inquietud al éxito. El despertar del amor por la profesión resultó ser, en este caso, el secreto de un emprendimiento independiente lleno de satisfacciones.

Mujeres empoderadas, como Andrea Mangas, saben invertir en el conocimiento como capital para lograr un trabajo rentable y, sobre todo, basado en el disfrute. “Amo lo que hago”, asegura la esteticista que supo convertir su nombre en una referencia de la belleza femenina.

 

Dos comienzos

¿Cómo llega una persona a volverse apasionada por su profesión? En eso estaba Andrea hace 20 años cuando comenzó a definirse como peluquera. Las calles de la ciudad la vieron comenzar a emprender. Su trabajo a domicilio y en bicicleta le dio la experiencia necesaria para ser hoy una referente en su oficio. “Los primeros diez años fueron mi base”, recuerda con orgullo. Su simpatía y amabilidad posiblemente fueron los factores que, sumado a su profesionalismo, le permitieron establecer una relación de fidelidad con sus clientes de siempre “confié en mis clientes a la hora emprender”, confiesa.

Los comienzos fueron dos: cuando se lanzó a trabajar a domicilio y, diez años después, cuando finalmente inauguró su propio Centro de Estética.

Uno de los secretos del éxito tiene que ver con encontrar, en algún momento de la vida, aquello que despierta una pasión motivadora, una profesión que vuelva goce al esfuerzo, “siempre apunté a la estética, me gusta mucho la cosmeatría pero decidí comenzar con la peluquería”.

 

Capacitarse para emprender

En el trayecto entre ser estudiante y pasar a ser su propia jefa, Andrea dedicó gran parte de su esfuerzo a la actualización de sus conocimientos. Como punto inicial comenzó a capacitarse en el Centro de Formación Profesional de Bolívar y luego amplió sus conocimientos en la Ciudad de Buenos Aires. Además fue docente en el Centro que le enseñó la profesión durante cinco años, “enseñé lo que tanto me gusta, fue una experiencia hermosa”. Luego de diez años de mucho trabajo y esfuerzo “logré tener mi propia peluquería que era este espacio de adelante, que luego se fue ampliando hasta ser hoy un centro de estética”, cuenta con orgullo.

¿Qué hace especial el salón de belleza de Andrea Mangas? El eje del triunfo laboral parece estar en lo que la llevó a emprender: la capacitación. La voluntad por aprender e indagar en nuevas especializaciones hace que el espacio de Andrea Mangas sea constantemente innovador, “me capacito para ofrecer lo último siempre, ahora estoy proyectando un viaje al exterior, creo que ese es un buen atractivo”.

 

Clientes y amigos

La relación con los clientes se da de manera natural, quizás concebida por la amabilidad de Andrea, y se deja entrever allí un vínculo de amistad, “el trato es mucho más que comercial”, admite la especialista. Desde los inicios las personas que confiaron en el trabajo de Andrea fueron un eje fundamental para la decisión de avanzar en la profesión: “en ningún momento tuve miedo de poner mi local porque ya confiaba en la respuesta de la gente”.

El profesionalismo no es suficiente a la hora de destacarse. No obstante no toda inversión es pensada en proporción con sus beneficios: para una apasionada en su profesión hay objetivos que escapan a la lógica de mercado “lo que más me importa es poder ayudar desde mi trabajo”. En este sentido Andrea tiene un fuerte compromiso con la donación de cabello para la confección de pelucas para personas con cáncer, algo que va más allá de la pura profesión y hace a su calidad de persona. Uno de sus proyectos a corto plazo es poder concretar en Bolívar una sede de Lanitas de Luz, la ONG que cambia cabello por sonrisas en pacientes oncológicos.

El margen de público es amplio, desde peladitos bebés “aquellos que pelé por primera vez hace veinte años hoy me traen a sus hijos”, también concurren niños, adolescentes y adultos, tanto mujeres como varones. “Tengo clientas desde cuando yo estudiaba y hoy para mí es una satisfacción poder conservarlas”.

La fidelidad de los clientes es una clara manifestación de la profesionalidad de Andrea en su trabajo, ella se considera “una eterna agradecida por cómo me han respondido, por confiar en mí y en mis proyectos”.

 

Multiespacio

La oferta del Centro de Estética es amplia, en el sector de peluquería se realizan cortes, lavado, peinado, baño de crema, nutrición y demás. Como originalidad el espacio presenta las novedosas extensiones caribeñas y rastas jamaiquinas, a cargo de profesionales capacitados. Se trata de una atractiva opción para el verano que no se realiza en el común de las peluquerías. Además se pueden solicitar peinados prestige, de día, color, entre otros.

Sin quedarse en la comodidad del buen funcionamiento del local, Andrea apostó a nuevas propuestas. Entonces podría marcarse un tercer momento en su carrera: la ampliación de su local sumado a la incorporación de nuevos profesionales al equipo de trabajo. De este modo en el segundo gabinete se encuentra un spa de manos y make up, el mismo está a cargo de Julieta, hija de Andrea y experta en el área de maquillaje y manicura. El tercer gabinete cuenta con una cabina solar para lograr un bronceado perfecto. El último gabinete es de estética corporal a cargo de una esteticista y masoterapeuta. Además concurren médicas capacitadas para realizar la depilación láser.

 

Un estilo de vida

“Somos lo que hacemos”, reza la frase popular y efectivamente la profesión es lo que define en gran parte a Andrea. La presencia y capacitación permanente de la peluquera es una de las bases del funcionamiento del Centro de Estética. La voluntad, amabilidad y predisposición de su propietaria tiene origen en “amar lo que una hace, paso muchas horas en mi salón y aunque me canso lo disfruto mucho, día a día quiero lo que hago”. La principal herramienta de trabajo es “la peluquería, es el eje principal, todo gira alrededor de esta profesión” dice quien supo crear su propio camino. Además resulta importante, para cualquier emprendimiento, el apoyo de la familia, el entorno “primero soy mamá, con todo lo que eso significa llevar y traer a los chicos conmigo y demás, pero realmente estoy agradecida”. Además del sacrificio de todos los días el emprendimiento propio llena de satisfacciones a quien lo desarrolla “en lo profesional he competido y he obtenido distintos premios pero la gran satisfacción se da en el día a día con las clientas, yo me siento realizada”.

El nombre Andrea Mangas pasó de denominar a una persona a ser una referencia en el ámbito de la estética y la belleza, “mi nombre es lo que me da autoridad para trabajar, yo estoy siempre presente” afirma asumiendo toda la responsabilidad.

 

Ser independiente

Lograr emprender de manera independiente otorga, además de libertad económica y de decisión, reconocimiento por parte del público en general. Andrea da cuenta del cambio que genera en una persona convertirse en una profesional, “este trabajo me dignifica mucho”. A diferencia de su trabajo como docente y otros que realizó en su más pronta juventud, el trabajo en la peluquería “es impagable por el poder de decidir, la libertad de poder proyectar, viajar, manejarme sola”.

La historia de superación personal y profesional de Andrea es un claro ejemplo de que emprender y apasionarse es posible, “nada es fácil si no somos perseverantes, el secreto está en amar la profesión. Esto no tiene fecha de vencimiento, no soy peluquera hasta tal día sino que debo capacitarme, aprender permanentemente”.El mensaje para nuevos emprendedores es claro: “nada es sin sacrificio, cada nuevo emprendimiento es fruto de mis horas de trabajo”.

 

Contacto

Facebook: Andrea Mangas Coiffeur, Estética y Solarium

Dirección: Chiclana 565

Teléfono: (02314) 15620662             

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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