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Una imagen vale más...

El mundo "adulto" suele ir detrás de las tendencias tecnológicas que impulsa la Generación Z (los nacidos después de 1995). Los jóvenes menores de 20 años han hecho de lo visual una forma de comunicarse. No aprovechar esa oportunidad, atenta contra la seguridad de los emprendimientos.
Se ha investigado que el cerebro procesa 60.000 veces más rápido una imagen que un texto, a la vez que nuestra capacidad de retención de textos ronda el 20%, en tanto alcanza el 80% de lo que vemos. A la vez, el contenido visual es un 43% más persuasivo y tiene 40 veces más posibilidades de compartirse en las redes sociales.
Si se trata de conjugar imagen + redes sociales, inmediatamente surge la idea de Instagram. La empresa fue adquirida por Facebook (Mark Zuckerberg) por U$D 1.000 millones, a sabiendas que el potencial recién está apareciendo.
En Argentina el 84% de usuarios de Instagram tiene entre 16 y 44 años, el 54% de nuestros instagrammers acceden a la plataforma todos los días, al menos una vez. En el mundo ya hay más de 500 millones de usuarios, en un mercado cada vez más global. Una excusa más para tentarse con la publicidad digital, específicamente de tipo visual. Es que Instagram es la red más visual (ya con la competencia de Snapchat, pero esa es otra historia), lo que comienza a movilizar las campañas publicitarias, principalmente impulsados por el acceso a través de dispositivos móviles, lo que garantiza alta efectividad de las campañas. Es necesario subrayar que junto a esta, Facebook y YouTube son de las preferencias al momento de las conexiones personales, por lo que hay pescados en el río más que suficientes.
    
¿Cómo hacer?
Como otras redes sociales, Instagram se ha sumado a la posibilidad de incorporar contenidos patrocinados.
Los lobbystas de la publicidad estiman que hay que elegir esa plataforma por:
a) La gran atracción que producen las imágenes.
b) El bajo costo que implica desde lo publicitario.
c) La integración de los anuncios al resto de las publicaciones.

Como subsidiaria de Facebook, Instagram también tiene la enorme ventaja de poder segmentar, y así elegir el tipo de público al cual llegar. Recordemos que siempre es conveniente concentrarnos en un público específico, cuando más personal, más posibilidades de lograr los objetivos.
No necesariamente vas a necesitar contratar a un especialista -aunque siempre es conveniente-, pero las plataformas de las redes sociales brindas las herramientas básicas para realizar la autocampaña de tu emprendimiento.
Básicamente se trata de vincular la cuenta de Instagram con la de Facebook, para lo cual es necesario crear la segunda en primer lugar. Aunque parezca contradictorio, es más fácil, ya que desde Facebook están las propias herramientas para poder aplicarlas. En esa plataforma, el Power Editor te permite diseñar ambas campañas en forma rápida (y autoguiada). Una vez allí, seguirás "Anuncios en Instagram" y podés hacer el resto.
Mucho más simple de lo imaginado, podrás darle un nombre a tu campaña y seleccionar el público como también las acciones que quieras realizar. Con ello podés predeterminar un lugar (una ciudad, por ejemplo), el sexo de preferencia, las edades a las que pretendés acceder. Pero también definir si Promocionar publicaciones o una página, llevar personas hacia una web, aumentar conversaciones o aplicaciones, llegar a personas geolocalizadas en tu cercanía, promocionar un catálogo, generar potenciales clientes, reconocer una marca, y otras ofertas preestablecidas.

 

 

¿Quiénes son la Generación Z?

 

¿Por qué es necesario conocer quiénes conforman la Generación Z? Cada generación se caracteriza por conformar comportamientos y apreciaciones del mundo reapropiadas. Los Z se diferencian de los millennials (o la generación Y, o del milenio), todos con formas de comunicarse distintas a la anterior.
Con ellas cambian también las formas de comercialización, y por ello es necesario conocerlos.
La generación Z nació entre 1995 y 2016; los millennials lo hicieron entre 1975 y 1995, son los que comenzaron a familiarizarse con las multipantallas, más vinculados al texto, en tanto los Z lo hacen con imágenes. Estos crean contenidos que los más jóvenes comparten, y lo hacen en forma más realista, basados en la obtención del éxito personal (en tanto los mayores trabajan para ser tomados en cuenta y sobresalir).
A la generación Z les ha gustado ser autodidactas (en realidad seguidores de los tutoriales de YouTube, realizando la mayoría de sus actividades en forma online). Se trata de una generación de jóvenes más maduros, autosuficientes y creativos; están más preocupados por el trabajo y los problemas ambientales, están más acostumbrados a solucionar sus propios problemas (con la ayuda de los recursos en la nube). Los nuevos jóvenes prefieren trabajos vinculados a sus hobbies y gustos, y eso los lleva a tener una tendencia a no aceptar órdenes y/o jefaturas. Nacieron en un contexto de zapping constante, no tienen más de ocho segundos de atención (siempre atendiendo otras cuatro pantallas a la vez). Conocedores de los peligros mundanos, han optado por proteger su privacidad en el mundo virtual. Como producto de lo dicho, son consumidores del marketing digital y todos los contenidos a través de las pantallas.