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Cría de peces como emprendimiento

Germán Behrens ha sido galardonado por el carácter innovador de su actividad. Su modelo de acuicultura es una real diversificación de la producción pampeana, la sanidad de la producción, el impacto medioambiental y el aporte alimentario.

 

SEA Guardian – Acuicultura, se trata de un desarrollo productivo local, dedicado a la cría de peces de la especie llamada “tilapia” para consumo humano, utilizando sistemas de recirculación de agua. El producto es comercializado, por el momento, como pescado vivo en Capital Federal, mientras que el gran desafío es “tratar de seguir agregando valor en nuestra ciudad y pasar a la etapa de elaboración de filetes envasados al vacío”, expresó el acuicultor Germán Behrens.

Este emprendimiento, obtuvo el primer premio al “Joven Empresario” a nivel local y provincial, otorgado por los Jóvenes Empresarios Bolivarenses (J.E.B.O) y la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (F.E.B.A), a través de su rama de Jóvenes Empresarios (JE-FEBA), en donde hubo 1100 participantes.

 

Behrens es acuicultor y lleva adelante un proyecto de acuicultura sustentable, donde produce sus propios peces para consumo. Se utilizan sistemas cerrados de agua, lo que permite, un control total de los parámetros requeridos y la trazabilidad de los peces, desde su gestación hasta el consumidor final. El emprendimiento, tiene muy en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sustentable (O.D.S) difundiendo y ayudando a tomar conciencia sobre la mejor manera de utilizar los recursos naturales.

El desarrollo productivo se orienta a la parte de agroalimentación y al sector biotecnológico. Se centra en la cría de peces de la especie llamada “tilapia” para consumo humano, utilizando sistemas de recirculación de agua (también llamados RAS).

El emprendimiento, nació en el año 2015, en oportunidad que el propio ideólogo del proyecto estaba trabajando en Herrera Vegas, en la planta “Inversora Suipachense”, donde se clasifican distintos granos como legumbres y arvejas. “Así descubrimos que se utilizan para elaborar el alimento balanceado de esta especie de peces, que se llama tilapia. Eso nos llevó a investigar y empezamos a desarrollar este proyecto hasta llegar al día de hoy, con un montón de peces en Bolívar”, contó en un principio Behrens.

Lo primero que se tuvo en cuenta fue la factibilidad del agua. “Analizamos el agua para ver que fuera buena, en cuanto al PH y la dureza, en donde el resultado que obtuvimos fue el ideal para este tipo de producción”, explicó.

De ahí en adelante, se empezó a desarrollar, cada vez con más peceras y “sumamos otro tanque de engorde para ver cómo se comportaba esta especie en la zona, porque no es un lugar ideal ya que son peces de aguas más tropicales; pero se adaptaron bien”. Sí se da que, en invierno, “no tenemos la producción ideal porque se aletarga un poco la especie; pero pasada esa estación del año, se reproducen sin ningún problema”, completó la explicación Behrens. 

Esta especie de peces es autóctona del río Nilo y se llama tilapia nilótica por ser provenientes de ese lugar, en donde las aguas son muy duras, alcalinas, similares a las nuestras, a pesar que estamos en una zona sub tropical o sub continental.

Si bien estos peces son de lugares remotos, se puede establecer una comparación con especies de nuestras lagunas, ríos o arroyos, según esgrimió el propio Behrens. “Con la carpa que nosotros conocemos es similar en lo que es su fisonomía; pero hay una diferencia en la carne, es más blanca, menos grasosa y aceitosa, más parecida al pejerrey y se logran filetes más grandes y sin espinas, como en otras especies como la misma carpa o la corvina”.

Germán se empezó a interesar por el proyecto luego de ver algo parecido en la televisión. Contó que luego “fui a ver a ese hombre de la nota, que se llama Eduardo Cataña, que es de San Vicente, provincia de Buenos Aires, con el cual, sigo teniendo contacto y fue él el que me ha transmitido toda la experiencia ya que tiene un establecimiento acuícola en donde enseña lo que es la acuicultura controlada, que “se diferencia de la tradicional que se hace a cielo abierto, en donde con estos sistemas, podemos controlar todo lo que es la producción en relación al requerimiento de oxígeno y sólidos disueltos en el agua. Aquí, vemos los peces hasta en el fondo y esto, por ejemplo, en una laguna es más difícil, no pudiendo tener un control total”, diferenció.

Con respeto a los pasos que hace en su propio desarrollo productivo, Behrens detalló que desde el inicio “lo que me interesó fue la parte de reproducción, es decir, lograr que se reproduzcan en este mismo lugar”. Hay que tener en cuenta que esta especie tiene una característica que desova 10 veces al año, el macho corteja a la hembra y la incubación es bucal, lo que asegura el 98 por ciento de nacimientos, por eso, son muy fértiles a temprana edad.

Luego de la reproducción, “se pasa a la etapa juvenil y luego, a los tanques de engorde final, en donde una vez que alcanzan los 400 gramos ya entrarían en la talla comercial”.

El producto es comercializado, por el momento, como pescado vivo en Capital Federal. El gran desafío, explico Germán es “tratar de seguir agregando valor en nuestra ciudad y pasar a la etapa de elaboración de filetes envasados al vacío, donde la gente va a tener la posibilidad de disponerlos en el freezer, como a las hamburguesas, para consumirlos el día que lo deseen”.

El consumo de pescado es muy bajo y “venimos a ver si podemos facilitar, con un pescado más fresco del lugar, que la gente se anime un poco más. Es un  sabor muy suave y, con estos sistemas, se asegura que la trazabilidad esté totalmente controlada hasta que llega al plato del consumidor”, agregó uno de los conductores del proyecto.

Además de lograr llegar a este desafío, también se está en busca de un certificado que dictamina que se está libre de medicamentos. “Acá no se usa antibióticos, vacunas, es todo ciento por ciento natural y estos sistemas nos permiten tener una sanidad altísima, entonces, no hace falta medicar ni nada. Buscaremos tratar de conseguir ese certificado este año”.

El generar mayor valor agregado incluiría un extra como puede ser usar los descartes del propio pescado. Sobre esto, Behrens expresó que “estamos trabajando con Mar del Plata, con el CONICET y el INTI en lo que es la extracción de enzimas que tienen en las vísceras ya que son muy valiosas en la industria química y, a la vez, al ser peces de agua dulce se pueden hacer fertilizantes con los residuos del fileteado que son de altísimo nivel o muy concentrados y se pueden usar en esta zona que es agrícola. Es algo que estamos desarrollando, esperando también a una media beca que puede salir en abril para iniciar un doctorado. En todo esto, hay un equipo de trabajo de alrededor de 15 personas, junto a mi dos hermanos, uno químico y otro ingeniero civil que me ayudan y estamos todos en esto sumando”.

El emprendimiento, se constituyó en una sociedad por acciones simplificadas, cuya razón social es “SEA Guardian SAS”, con sus correspondientes registros en AFIPO, ARBA, tramitando en SENASA y también la habilitación municipal y provincial.

Este emprendimiento de acuicultura tiene cero capturas, es decir, no se capturan ni se dañan involuntariamente a ningún animal con carpones o redes de pesca. Se trata de no afectar la variedad de vida en los océanos, mares, lagos y lagunas ya que este es un aspecto fundamental de los tres pilares del desarrollo sostenible (económico, social y ambiental) que mantiene el funcionamiento saludable del planeta y proporciona servicios que sustentan la salud, el bienestar y la prosperidad de la humanidad.

 

El proyecto y el mercado

El proyecto, tiene como visión, producir para reparar y la misión que se busca es aumentar considerablemente el consumo de pescado en nuestra población. De aquí, se desprenden, como objetivos principales la construcción de criaderos destinados al engorde de peces, tipo feddlot. Como objetivos secundarios, se destaca el encontrar la producción de alevinos a gran escala; ampliar las instalaciones destinadas a la iniciación y reversión sexual; construir planta de elaboración de alimentos balanceados para peces; construir planta de faena para pescado, ya sea como punto fijo o móvil; construir biorrefinería para extracción de enzimas, colágeno, gadusol, hidroxiapatita, ensilados e hidrolizados proteicos, cueros y demás de los desechos del procesamiento del pescado; construir planta de envasado de fertilizantes obteniendo como subproducto del procesamiento de los desechos y construir un biodogestor para generación de energía y biofertilizantes de alta calidad.

El producto principal de este proyecto es el pescado; pero también se tiene en cuenta, como productos secundarios, a las plantas de hoja, como lechugas, acelgas, etc.

El pescado estará disponible en, al menos tres formatos, en este caso ordenados de menor a mayor valor agregado:

Peces vivos: “Para ser procesados por los consumidores finales o en algún posible destino situado en un radio de 200 kilómetros de distancia, siendo esta distancia de bajo riesgo para poder transportar los peces vivos y en seco, sin mayores inconvenientes ni altos costos de refrigeración debido a que viajan vivos”.

Pescado desvicerado: “Producto limpio para ser consumido directamente, que es a nuestro entender la mejor manera de consumirlo ya que se aprovecha toda la pieza. Este formato será destinado al mercado local, ya sea consumidor final o pescaderías y restaurantes”.

Filetes despinados envasados al vacío: “Producto totalmente limpio y listo para su consumo debido a que el envase al vacío es apto para microondas, siendo su tiempo de cocción muy rápido, de dos a tres minutos por filet. A su vez, estos envases indicarán diferentes sabores para los distintos gustos (al natural sin sal, ahumado, tomillo y limón y provenzal, curry y coco, cebolla y ají picante, etc.) para poder ser consumido directamente en el momento que se disponga, sin ensuciar absolutamente nada. Este formato se encontrara en el sector de congelados”.

Con respecto al mercado potencial, se tiene en cuenta la localidad de Bolívar y alrededores debido a la inexistencia de productos acuícolas de este tipo. A nivel nacional, el mercado actual es de 30 mil toneladas al año, de las cuales la capacidad acuícola instalada ronda las 4 mil toneladas año. Lo demás, se importa.

Y con relación al consumo de pescado per cápita actual, es muy bajo, rondando los seis kilos. Mientras que la O.M.S recomienda, como mínimo, 20 kilos por año, lo que sería consumir de 3 a 4 filetes por semana.

El producto está destinado, en la primera etapa y a corto plazo, mayormente a los consumidores finales, a personas con interés de mejorar su calidad de vida y la de su familia.

En la segunda etapa, a mediano plazo, cuando se logre aumentar el volumen de producción se podrá abastecer a pescaderías y restaurantes de la localidad y región.

En una tercera etapa, a largo plazo, cuando se logre construir más criadores o módulos de estas características, donde el volumen de pescado sea considerablemente mayor, podrá ser distribuido en el mercado nacional e internacional.

 

Este tipo de emprendimiento tiene muy pocas réplicas en la zona y en la provincia. Behrens contó que hay un registro que se llama Renacua y en la provincia “somos 3 ó 4 emprendimientos con este desarrollo productivo. En el norte, se hace más a cielo abierto lo que es la especie pacú y tilapia, y por el lado del sur, se orienta más a lo que es la trucha”.

Consultado sobre la evolución del proyecto desde que comenzó al día de hoy, el joven emprendedor se mostró satisfecho. “Sinceramente empecé como un hobby porque siempre me gustaron los peces; pero siempre viendo o tratando de criar más peces en Bolívar, hasta que descubrí esto y la verdad que el apoyo que hemos tenido de instituciones como el INTI, CONICET, UTN, el paso por distintos programas y concursos, nos han ido como validando nuestro trabajo, es lo que nos da cada vez más ánimo para contar y difundir todo esto que estamos llevando adelante”.

Germán Behrens se presentó en los premios “Joven Empresario” que llevó adelante la subcomisión de Jóvenes de la Cámara Bolívar, resultando ganador en la categoría Desarrollo Productivo Local. Esto motivó su participación en la etapa provincial, lo cual, generó “nuestra expectativa porque llegar a esta etapa, donde hubo 1100 proyectos inscriptos en las distintas categorías y quedar primero en la nuestra, hizo que termináramos un año 2018 con toda la fuerza para seguir adelante”, contó muy conforme el emprendedor.

El premio ganado por SEA Guardian – Acuicultura habla, por un lado, de la viabilidad del proyecto y, por otro lado, de la seriedad con la que se lo lleva adelante. El futuro se presenta alentador y la idea es “seguir investigando y desarrollando como  para poder bajar los costos, ya sea en lo que es alimento balanceado, utilización de energías renovables, entre otras cosas, para ir siendo cada vez más eficientes con todos nuestros recursos y bajarle más el precio al pescado final, así la gente pueda tener acceso a este alimento que tiene un valor nutricional muy alto”.

En el último período, este desarrollo productivo contó con mucha difusión. El propio Behrens agradeció a la Cámara Bolívar por el premio y expresó que recibió llamados de otros lugares de la región, de la provincia y de fuera del país, al ver que “se puede aprovechar el agua, criar en ambientes cerrados y en cautiverio, les genera la posibilidad de iniciarse en esto”.

Por último, destacó que esto se trata de “demostrar que se puede producir pescado, que la gente se anime. Yo me ofrezco como apoyo en lo que pueda. Hay que tener en cuenta que es una producción intensiva, que requiere estar todos los días; pero se puede tener una producción de peces en la propia casa, un patio o una quinta, siempre con las medidas y los cuidados correspondientes”.

 

Contacto: Germán Behrens, administrador titular y co fundador  02314 – 15619431. Mail: seaguardiansas@gmail.com.

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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