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Hotelería perruna

"Estamos de fiesta" un ejemplo para pensar en nuestro medio, una guardería para mascotas.

 

Romina Reser, más conocida como “Peque” es comunicadora social y fundó en Olavarría una guardería canina hace cuatro años. El amor por su primera mascota fue el motor para este emprendimiento original y feliz.

 

“Cuando perdés una mascota no querés volver a tener otra”

¿Quién no ha escuchado la frase “si tuviera lugar me traería todos los perros de la calle”?, sin embargo muchas veces se trata sólo de un deseo a futuro. En el caso de Romina, su casa es más que nada, de los perros. El origen de este proyecto fue la transformación del dolor o la tristeza en amor y cuidado para otros. Según cuenta Romina, “la guardería nació 3 o 4 meses después de que falleció mi primera mascota. Por eso en mi Instagram dice la guardería nace de un gran amor. Yo adopté a Timoteo y cuando tenía un año decidí castrarlo. Cuando todavía le duraba el efecto de la anestesia, mi mamá abrió la reja, el perro salió desorientado, lo atropelló un auto y se murió. Después de eso me quedé con mucho miedo porque además era mi primer perro y un gran compañero, yo iba a hacer los móviles de la radio con él, estábamos siempre juntos. Lo primero que te pasa cuando perdés una mascota es que no querés volver a tener otra, porque te queda un gran dolor. Entonces mis amigos empezaron a dejarme a sus perros para que se los cuide”.

Entonces, hace cuatro años, la guardería surgió por el amor a Timoteo pero dio sus primeros pasos como emprendimiento junto a Pepa, una perra amiga de Romina. “Uno de mis amigos, Tomás Pagano, tiene una perra que se llama Pepa y fue la que fundó la guardería. Él viajaba a recitales, me la dejaba en casa y quería que le cobrara algo pero yo pensaba ¿cómo te voy a cobrar por cuidarte la perra? entonces me regalaba botellas de vino. La tercera o cuarta vez que la cuidaba, Tomás me propone ponerle un precio a los días de cuidado y comienza recomendarme a sus amigos. Así es como empecé a cuidar a perros de departamento, principalmente animales pequeños”.

La vida entre perros, para quienes los aman incondicionalmente, es realmente una fiesta. Los animales tienen la particularidad de vivir el día a día, a diferencia de los humanos, sin preocupaciones ni prejuicios. Es por eso que el nombre elegido para este espacio resultó muy apropiado. Según Romina, “generalmente cuando uno deja a sus mascotas es porque se va a hacer algo placentero, se va de viaje, llegan las vacaciones de invierno, etc. entonces pensé si los dueños están de fiesta nosotros también. Además hacemos cosas que quizás en sus casas no hacen siempre: jugamos mucho, dormimos en la cama, los malcriamos mucho, averiguamos qué les gusta y tenemos un ratito para cada uno”.

 

“Cuido a los perros como si fueran míos”

Estamos de Fiesta es un espacio de recreación y diversión para las mascotas pero, sobre todo, un lugar de cuidado responsable. En este sentido, su propietaria se ha encargado de aprender todo lo que está a su alcance, de realizar entrevistas a las familias de la mascota, consultar a una veterinaria  y, principalmente por lo que le pasa a cada uno de los perritos.  “Es por pleno amor a tratar de darles lo mejor, fui aprendiendo con mis perros. Con Timoteo, que fue el inicio de todo, me acostaba y miraba tutoriales del hombre que adiestra perros y ahí aprendí que cada raza tiene su necesidad, pero sobre todo trato de aprender de cada uno de ellos. La gran mayoría de los que vienen son mestizos, callejeros adoptados y cada uno tiene algo distinto, sus propias demandas. Además tengo mi veterinaria de cabecera, Paula Sarli, a quien consulto siempre, me atiende las 24 hs del día, es un libro gordo de petete y es una de las personas que hace que la guardería funcione”, explica.

Si bien en Olavarría no es la única guardería canina que existe, sí es una de las más elegidas y esto es, en gran parte, por la dedicación y el amor de Romina hacia las mascotas. “Yo cuido a los perros como si fueran míos, no hago publicidad más que el uso de redes sociales y el boca en boca que se genera a partir del trabajo. La verdad es que no me puedo quejar, además yo no saturo la guardería de perros, tengo pocos y con turnos. Al cliente le cuento con quién va a compartir su perro los días que esté acá, cómo son los otros perros que tienen el mismo turno y le puedo dar garantía de que su mascota va a dormir adentro. Esto es algo que no todas las guarderías pueden permitírselo”.

Además del cuidado diario dentro de la guardería, a menudo pasean todos juntos y visitan campos amigos de Romina, se respetan las rutinas de cada perro y principalmente, se disfruta en manada. También se respeta el tipo de alimento que consume, se pide el número de veterinaria en la que se atiende, y un teléfono de referencia si el dueño lo desea. Todos los días se informa a la familia cómo está y qué hace su mascota.

 

“El perro es mucho más que una compañía”

Romina supo combinar su profesión, (comunicación social) y su amor por los animales en un trabajo autogestionado. A través de las redes sociales, los medios tradicionales y principalmente a través de la labor diaria, ella busca insistir con un mensaje de adopción a perros callejeros, y lucha también por el no maltrato ni compra-venta de los animales.

“Con el tiempo descubrí, en este crecimiento personal y profesional, es que una mascota es mucho más que una compañía. Trato de dar el mensaje correcto sobre la tenencia responsable, para que se entienda que una mascota no es una alarma para estar en el patio, ni una compañía para cuando estoy triste y que me lame las lágrimas, ni nada de eso. Trato de destacar la importancia de que el perro esté bien, de sacarlo a pasear con una correa para que no se pierda, te lo roben o sufra algún accidente, etc. El perro para mí es como un nene de 5 años, no sabe qué es peligroso, qué está caliente y qué no, hasta donde puede correr en la vereda y el responsable de que ese ser esté sano es la persona. Tener una mascota es mucho más que abrir la puerta y darle de comer”, explica.

Además de cuidar, en su mayoría, a perros adoptados, elige estrategias para educarlos sin tener que recurrir a la violencia, presente en otros casos. Pero este amor, no existe desde siempre sino que se despertó con el transcurrir del tiempo. “Cuando era adolescente no me gustaban los perros, los tenía en mi casa pero no tenía ningún vínculo con ellos. Hoy, León y Pancha son mis propias mascotas y si a ellos les pasa algo, en mí repercute muchísimo, al igual que cuando son felices ellos, todos estamos re bien. Hablo en plural porque somos una familia, yo vivo sola entonces ellos y yo somos uno”, comenta.

Para unir sus dos pasiones, está trabajando hace un año en un proyecto denominado Amores perros y otros bichos, en El Popular Multimedios donde realiza una columna en el noticiero por televisión, otra en la radio, otra en el diario y en un sitio web. “Me di cuenta de que los perros me gustan mucho más de lo que yo creía, que le dedico gran parte de mi día a ellos y para unirlo con comunicación pensé en este proyecto que se centra en la tenencia responsable, la adopción, la salud pública respecto de algunos casos de perros envenenados en Olavarría, así como también en la convivencia”. Con este último punto, la comunicadora se refiere al buen trato entre vecinos y en la importancia del diálogo a la hora de pensar en la responsabilidad de los dueños y la paciencia de los aledaños del hogar donde vive el perro.

 

Es el perro el que dice cómo lo tratás

Quienes deseen comenzar un proyecto similar en Bolívar, por ejemplo, podrán encontrar en “Estamos de fiesta”, un ejemplo con más de cuatro años de trayectoria. En este sentido, Romina aconseja realizarlo solamente si el amor por las mascotas es incondicional. “Más allá de ser un emprendimiento y que, por ende, ofrece un rédito económico, es un trabajo que requiere amor y paciencia. Para comenzar algo así, primero te tienen que gustar mucho los animales, tenés que amarlos. En segundo lugar, necesitas un lugar seguro. Lo peor que te puede pasar es que dejen un perro a tu cuidado y que este se te escape. Cuidar a un perro es una responsabilidad muy grande, todos los que tenemos perros sabemos que si lo dejamos en un lugar estamos dejando un cachito nuestro. Por otro lado, aprendí con el tiempo que se forman jaurías de perros. Para no crear conflictos, no dejo solos a perros que se conocen, junto a otros nuevos. Recomiendo siempre tener el número del veterinario del perro, esto da tranquilidad a todos. Y por último, hay que pensar siempre en el bienestar del perro y no en el propio. Además es muy importante tratar bien a los perros porque el que le dice al dueño cómo trabajas, es él. Para mí no hay nada mejor que un perro que entra corriendo feliz a la guardería”.

 

Contacto:

Facebook e Instagram: estamos de fiesta olavarría

Teléfono/ Whatsapp: 2284- 688286

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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