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Pintando el Cielo Art de Mirta

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Del zaguán al local propio. “Lo que pinto lo hago con amor, es una pasión”, expone Echave en su flamante espacio público de comercialización de cuadros y regalería.

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Mirta Graciela Echave, es la propietaria de “Cielo art”, local de venta de cuadros y regalos que tiene poco tiempo de vida comercial, ya que decidió pasar de la exposición en su zaguán al nuevo espacio.

Todo comenzó con la exposición y venta de cuadros en el zaguán de su casa, cuando un día, su marido tomó un cuadro y lo dejó en ese lugar para que la gente lo pudiera apreciar. Al tener buena repercusión, ya que ese cuadro se vendió, fue la propia Echave quien empezó a poner más cuadros. “Todos los días iba poniendo en exposición porque me encanta pintar”, resaltó.

En el local el negocio cobró otra dinámica, donde además de sus creaciones se halla un gran variado stock en artículos para regalos. En Cielo Art conviven “lo que anexé a lo que ya hacía, todo lo que son budas, atrapa sueños, sahumerios, lámparas, sumando mucho de regalería, sobre todo, artesanal. Lo fuerte del negocio siguen siendo los cuadros pintados por mis propias manos”, sostiene.

Allí mismo, antes funcionaba la oficina de la inmobiliaria que tenía junto a su esposo. A pocos metros, en su propia casa, tenía el zaguán “donde empecé a pintar algunos cuadros que me encargaban o porque me gustaba hacerlo”, recuerda. “Un día –sigue– decidí poner uno en exposición en la puerta de entrada de mi casa y así fue como armé El zaguán del arte, ya hace unos seis años atrás. Ahí eran cuadros solamente, pintados por mí”.

Luego por motivos de la vida, cerró la oficina y trasladó su propio emprendimiento comercial de los cuadros pintados, destacó Echave. Pero pintar es lo que siempre le gustó; “pero no podía dedicarme en sí porque, cuando era joven, tenía que trabajar en otra actividad, después empecé en la oficina con mi marido, yo era mandataria y desde hace un tiempo, había empezado a dedicarme, a la mañana, a los trámites y a la tarde, al hobby mío”.

La historia de empezar a mostrar y vender sus cuadros está íntimamente ligada a su marido, quien la incentivó a comenzar. “Un día me dijo porque no vas y te comprás madera y empezás a producir. Si bien el cuadro se trabaja en lienzo, este elemento es caro y yo empecé en madera porque es más accesible a la gente. Lo colgás en un sector y, si el año que viene querés renovar, lo sacás o cambias de lugar. Así fue que empecé a hacer varios cuadros, algunos los regalaba, otros me encargaban”, hasta que su esposo exhibió en el zaguán. “Alguien pasó, tocó timbre y me preguntó si se vendía. Yo me quedé asombrada porque no sabía nada y le dije que estaba a la venta. Cuando volvió mi marido le pregunté si él había puesto el cuadro y me respondió que sí”, y luego se convirtió en un hábito y estrategia, exponerlos a diario. Los “iba poniendo porque me encanta pintar, hoy debo tener más de 30 cuadros colgados: de caballos, elefantes, flores, Buda, cuadros de frases, cuadro de hojas que se usan mucho. Se empezó a vender, a la gente le gusta y son de precios accesibles”, sostiene.

A pesar que un cuadro lleva muchas horas de trabajo, más los insumos, se pueden encontrar cuadros a muy buen precio en Cielo Art. Explica que “el valor, depende del diseño y del tamaño. Lleva su trabajo de varias horas; pero lo hago con amor, es algo que me gusta, una pasión”.

Muchas personas de Bolívar y de otros lugares tienen un cuadro pintado por Echave y eso es algo muy especial para la pintora. Reconoce “que haya un cuadro mío en La Plata, La Pampa, en Tandil, lugares a donde se los puede mandar porque tenemos los medios para hacerlo, es algo muy lindo y difícil de dimensionar que un cuadro mío esté en otro lugar”.

En esta época de pandemia, “en donde la gente se queda más tiempo en su casa acomodando, pintando y arreglando, vendí bastante y se los llevaba a su domicilio. Además, también me han comprado de Daireaux, Pehuajó, Córdoba, La Plata y Olavarría”.

Echave utiliza como plataforma el fibrofacil y le gusta mucho trabajar en relieve. Pero también incluye las preferencias del público, “no a todos les gusta, a veces me pasan una foto para que le haga un cuadro y se lo pinto a su gusto. Sino voy haciendo lo que a mí me gusta al ver alguna figura, un Buda, la mano de Fátima, los elefantes, el león de colores se usa mucho o lo que me pidan”.

Echave trae en forma innata lo que es pintar cuadros. Nunca pudo ir a estudiar esto que tanto le gusta; pero recordó que “antes en las escuelas, se enseñaba lo que realmente es el dibujo y aprendí bastante en la secundaria, como, por ejemplo, las técnicas. El tiempo pasó; pero siempre me gustó y ahora con internet hay muchas más posibilidades de hacer cursos on line para ir haciendo algunas capacitaciones y seguir perfeccionándome”.

A la hora de pintar un cuadro, si no es algo muy específico como una mándala, Echave arranca haciendo el dibujo y lo pinta, sin boceto previo. En cuanto a la organización y a los tiempos para pintar, son variados y no hay un momento justo, sino que “hay que tener ganas y también se da que tenés un cuadro delante de ti y no se te vino la inspiración o las ganas de hacerlo es difícil. Quizá estuviste cinco horas y no te diste cuenta. Son momentos que hay que estar inspirada y aprovecharlos”.

En cuanto al tamaño de los cuadros no hay una medida máxima, “hoy, por ejemplo, se usa mucho el tríptico que son de varias partes. Normalmente se hace de 70 ó 90 por 1,50; todo depende del cliente”.

El negocio “Cielo art”, que tomó el nombre del apodo de Echave de cuando era chica, es reciente, “dos meses que estoy en este nuevo local, me gusta todo lo que es armar lámparas, los sahumerios, pinto los yesos, armo los atrapa sueños, los cuadros. A no ser algo que ya venga impreso, al resto le doy un toque muy artesanal”, explica.

Siempre estuvo en la cabeza del marido de Echave poner un local con venta al público; pero “yo estaba cómoda en casa”, reconoció. El contacto con la gente le es habitual, “estuve 40 años trabajando en la oficina, siempre con gente y es algo que también me gusta. Si bien hay que tener un poco de carácter porque si un día te levantas mal, al negocio no se puede venir así. El cliente siempre debe recibir la mejor atención”, analiza.

En las redes sociales de Cielo Art se puede encontrar todo lo que tiene para ofrecer y se pueden ver las fotos de los cuadros que están a la venta.

Contacto: Brown 462, Facebook e Instagram: Cielo art o Mirta Echave, teléfono 2314 623751.

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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