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Una práctica esencial en la vida, consiste en reconocernos capaces de regular nuestros estados emocionales, físicos y mentales. En ello reside el libre albedrio. ¿Te seduce la idea de crear tu vida y no ser un mero espectador de ella? Esa es la buena nueva. Los seres humanos estamos facultados para elegir a cada instante que postura tomar frente a lo que acontece.

Somos creadores de nuestros estados emocionales y a cada momento tenemos la posibilidad única, de elegir como responder frente a hechos, personas y circunstancias de nuestra vida.

Cuando esta información llego a mí, me puse a entrenar, y sé que mi vida tiene un antes y un después, de ello. Desde entonces, y viendo los resultados favorables, me prometí difundir esta información para que vos te enteres y tomes acción real. Es momento de ser responsable de tu vida.  Responsabilidad significa tener la habilidad de responder. Cuando algo te asalta, y reaccionás, no estás siendo libre en absoluto, en cambio, cuando podés observar, ser consciente y responder, tu universo pasa a vibrar, de un estado de carencia y supervivencia a uno de posibilidades y potenciales. ¿El día de 24 horas es igual para todos, por qué creés que algunos logran sus metas y estados elevados, y algunos otros no? Nos es dado lo mismo a todos, solo que no creemos en ello, y esto se constituye en la muralla interna individual.

Cada creencia que te habita no está pasiva en tu vida, ella motoriza tus movimientos, decisiones y respuestas; de ahí, la importancia de que te autoindagues accediendo al material inconsciente que anida en vos, y genera tu vida. Te insto a que mires tus criterios de partida, desde dónde percibes el mundo, qué obviedades estás obviando solo por sostener tus programas erráticos.

Un paradigma está llegando a su fin, y como es de esperar, uno nuevo sienta sus bases para dar lugar a lo nuevo. Tus niveles de resistencia hacia lo nuevo, están ahí para mostrarte que no te interesan las cosas ni los hechos, sino la idea que tienes de esas cosas y hechos. Flexibilidad paradigmática se denomina la llave de acceso a la vida que se está gestando, la cual, nada tiene que ver con lo conocido, rígido, automatizado y dogmático que te ha aprisionado hasta hoy.  Levantarte de tus ideas y comportamientos, es el primer paso de renacimiento del Ser. 

Cuando hablamos de motivación, siempre dialogamos con los estudiantes; no se trata de nada externo, sino de ver cuáles son tus motivos para la acción. ¿Y vos, conoces los tuyos? No estoy hablando del tal anhelado propósito o misión de vida, me aventuro a que exploremos actos sencillos en tu cotidiano: ¿Para qué seguís eligiendo ese trabajo?, ¿qué te significa tu hogar?, ¿para qué entrenás?, ¿cuando elegís tus alimentos con qué criterio lo hacés?, ¿ir de vacaciones es tu elección? ¿Quedarte? Cuando el sol duerme, ¿qué miedos anidas? Y al despertar, ¿sentís la dicha de tener una nueva oportunidad?. Preguntarnos nos abre al inconmensurable poder de expandir nuestras zonas y nuestra identidad. Quien nada se pregunta, da por sentado conocer todo de sí y al repetir una y otra vez sus acciones, genera hábitos, que les proporcionan cierto rango de emociones, con unos hechos rutinarios y unas experiencias limitadas, llamando a esto: mi vida.

Desde hoy definí tus motivaciones reales para hacer lo que haces. ¡Si tus motivos son débiles, pocos creíbles para vos y superficiales, detenete!!! Habitá el silencio por unas horas por unos días, alejá la idea de que estás frenando al hacerlo; sería semejante a creer que parar a afilar el hacha para continuar la tala, es una pérdida de tiempo. Afilá tus sentidos, y mirá por tus ojos sin condicionamientos.

Quizá descubras que hay un motivo subyacente por el cual no querés mirar de frente a tus motivaciones, y he ahí el mayor de los motivos, para iniciar tu propio camino de reconocimiento a la divinidad que eres, para tu bien y el mayor bien de todos.

¡La vida no te quiere dormido, ésta ha sido una elección tuya para evadirte del flujo natural de una vida viva que puja por tu realización! Los motivos que tenés para vivir esperan por vos en el seno cómodo de los pendientes, que son custodiados por los – y si …-, -pensé que …-, -creí que …-.  Advertí en la quietud que eres quien elige darle vida a las excusas o a los MOTIVOS.