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Lolo Valenzuela, una marca personal

 

 

La diseñadora local continúa afianzando su marca y acrecentando su reconocimiento en el mundo de la moda. Showroom, prendas exclusivas y asesoría de imagen.

 

Detrás de su manera relajada de hablar, de la humildad al abrir las puertas de su casa, está la gran diseñadora de indumentaria Paola Valenzuela.El éxito se ha vuelto para “Lolo” un estado natural y le cuesta reconocer el momento de esplendor que está viviendo.

Recién llegada del desfile “Vernucci 2016” en Carlos Paz, Lolo continúa trabajando con la creatividad bien alta y los pies en la tierra. “Me contactó una chica” dice sobre uno de los desfiles más destacados de la temporada. El evento se hace todos los años y ya está instalado en Villa Carlos Paz. “Participaban determinadas marcas, a ellos les gustó la mía y me llamaron. Está bueno porque modelos reconocidas muestran mi ropa”, admite modestamente.

 

Única en su especie

La diseñadora busca diversificar sus creaciones para, de este modo, lograr que sus clientas se sientan diferenciadas. La distancia con la indumentaria convencional, la que se vende en locales tradicionales es profunda: las prendas de Lolo son pensadas como piezas únicas. “Creo que los estampados son la principal diferencia, también el corte y la moldería. Nuestro servicio es más personalizado, no vas a encontrar el mismo estampado o la misma prenda dos veces”.

El éxito de Lolo Valenzuela es indiscutible, la colocación de su marca en Bolívar, sumado a la sucursal en Recoleta, el reconocimiento por parte de modelos instaladas en el mercado y demás profesionales del mundo de la moda, “no sé por qué me va bien, honestamente, sé que no soy abierta a la gente, no tengo problema en atender a cualquier hora y me llevo bien con las mujeres. Además los precios son accesibles”.

Diseñar es para Paola es equilibrio, en sus palabras es “el momento justo para divagar y a su vez bajar a la tierra para combinar lo que a mí me gusta y lo que me parece que a las clientas les va a atraer”.

 

Seguir su propio deseo

La historia se repite una y otra vez: adolescentes estudiando algo que realmente no les apasiona. “Me fui a estudiar abogacía, abandoné y empecé a estudiar diseño de indumentaria. Me recibí, trabajé en Buenos Aires y ahora estoy en Bolívar haciendo lo que me gusta”, resume. Así fue la primera experiencia de Paola que comenzó a indagar en el mundo de la abogacía hasta que decidió escuchar sus propios deseos. “Vivía en una rutina continua y a mí toda la vida me gustó la moda pero no lo veía redituable. En un momento trabajaba y a la vez estudiaba diseño” recuerda.

Emprender en lo que a una persona más le motiva es definitivamente decidir ser feliz, dedicarse a lo que despierta entusiasmo todos los días. “Nunca pensé que me pasara todo lo que está pasando. Lo busco sí pero no me quedo en una burbuja, sigo, presto atención a lo que viene” admite con total humildad.

 

Emprender en Bolívar

El comienzo en su ciudad natal, la presentación de sus prendas y el contacto con nuevas clientas constituyeron un segundo gran desafío para Lolo. “Fue difícil instalarme porque no me conocía nadie y me pasó que por el nombre Lolo, la mayoría pensaba que era una marca para hombres. Además costó que la gente entienda que la ropa se hace en Bolívar”. Si bien la materia prima proviene de Buenos Aires el resto de la producción se realiza en Bolívar y depende de trabajadores locales.

Sobre los comienzos Lolo admite que “tomar la decisión de tener mi propia marca fue un gran desafío”. Además al mismo tiempo decidió volver a vivir en Bolívar, rodeada de su familia, amigas y demás afectos. No obstante lo afectivo no es el único factor importante para un emprendimiento sino que según Lolo “es costoso económicamente lanzarte con un emprendimiento, primero estudiar y después conseguir materia prima”.

La marca es, además, fuente de trabajo local. Todas las personas que hacen las prendas y su presentación son de Bolívar. En este sentido Paola contrató mujeres con experiencia en talleres textiles, trabaja con artesanos que se encargan de prendas elaboradas con lana, hilos y demás, sumado a detalles como el packaging, estampados y etiquetas, también de producción local. 

 

El proceso de posicionamiento de la marca fue lento pero continuo, “necesitábamos que se diferencie el concepto de diseño de la ropa de fábrica”. Además recuerda que sus primeras clientas pertenecían a su círculo íntimo: “primero me compraban amigas, después amigas de amigas y así con el boca a boca se fueron enterando”. Por otro lado la diseñadora reconoce una herramienta fundamental para la venta de sus productos: las redes sociales. Luego de que el nombre “Lolo Valenzuela” comenzara a resonar en la ciudad llegaba el momento de exhibir, pantalla mediante, las prendas confeccionadas.

 

Showroom

El ambiente íntimo, la complicidad, y comodidad son tres componentes que hacen del showroom un ambiente relajado. A su vez ese espacio es la casa y hogar de la mismísima diseñadora y su perro Aquiles, es decir que ella abre las puertas de su casa a quien desee conocer sus prendas. “Antes de venir a Bolívar tenía la idea de trabajar con las redes sociales y no poner un local que dé a la calle, sino algo para adentro”. Hasta el más mínimo detalle ofrece algo diferente a lo que acostumbran los negocios de ropa convencionales. Comenzando por tener que tocar timbre y escuchar del otro lado la voz de Valenzuela que recibe con total amabilidad. “Me gusta que la gente entre y se relaje acá, que se encuentre con personas tomando mate, charlando y que pueda mirar tranquila. Las mujeres acá van y vienen con prendas, se cambian sin ningún problema”.

“Tengo buena química con las mujeres y quiero mantener eso. Si llegara a ampliar el espacio seguiría siendo puertas adentro, por más que cumple con las mismas obligaciones que cualquier local me gusta este tipo de ambiente”, afirma con total convicción y pensando en el futuro.

 

Premios

El crecimiento de la marca se refleja no sólo en su éxito cotidiano sino también en el reconocimiento por parte de instituciones dedicadas al emprendedurismo: en 2015 fue la ganadora del Bolívar Motiva 2015, a mediados de ese año, concurso organizado por la subcomisión de Jóvenes de la Cámara Comercial e Industrial. A fin de año amplió sus logros: “luego de esa terna pasé a competir por el provincial y gané el premio Impacto Empresarial” en la VIII Edición del Premio Joven Empresario Bonaerense.

Como complemento de estos reconocimientos importantes, Paola considera que su profesión le da satisfacciones todos los días: “amo lo que hago, me encanta atender a las clientas, que la gente me pregunte, que les guste mis prendas”. Si bien los premios son importantes para su emprendimiento, la diseñadora admite “yo vivo, sigo haciendo mis cosas y no caigo en lo que sucede con mi marca”.

Para Lolo es fundamental “que los afectos puedan acompañar, apoyar y también compañeros de trabajo, yo no sería nada sin la gente del taller”. Además considera que para llevar adelante un emprendimiento es necesario sentir pasión: “Si amas tu profesión todo fluye. A mí nada me da fiaca, no reniego de tener que trabajar, soy feliz así”.

 

Protagonistas: las prendas

La marca se destaca por sus diseños personales para la vida cotidiana; como también por la creación de vestidos de quince, de novias, para madrinas y demás eventos.

En el local/hogar de Lolo se puede encontrar una gran variedad de prendas: vestidos cortos o largos, también los llamados “bobos”, con corte campana, volátil, siempre holgados “te lo pones y cae sobre tu cuerpo”, para el verano se hicieron chaquetas de cuero ecológico con flecos, “se usaron en invierno pero en verano continuaron siendo buscadas para la costa y la noche”, y ponchos de verano. Además camisas, chupines de lino, conjuntos monocromáticos, entre otras.

“Hacemos un estudio antes de diseñar. Mi manera de trabajar está marcada por las tendencias mayormente de Europa”. La fuente de inspiración para Lolo y su equipo es la mujer moderna que busca diferenciarse, encontrar su propio estilo, “no hay edad para mis prendas, la puede usar una mujer de 20 o de 60, depende de cada una”.

“Mi estilo de diseño es la línea holgada, prendas puras tanto en corto como en largo”, explica Valenzuela sobre la predominancia de la comodidad, y agrega “no se usa más la ropa ajustada al cuerpo”.

 

Asesoría de imagen

Valenzuela estudió Asesoramiento de Imagen en 2005 y postergó su desempeño hasta comienzos de este año cuando decidió que por fin era momento de prestar este servicio a sus fieles clientas. Se trata de un servicio incluido, para quienes se llevan una prenda “le completamos el outfit, ayudamos a combinar”. Sin embargo Paola aclara que no necesariamente el servicio se contrata para su marca sino que “alguien me puede llamar y mostrarme el vestidor lleno de ropa pero no saber cómo usarla”. También lo puede solicitar una novia, quinceañera y para demás eventos.

La asesoría de imagen es un trabajo que conlleva previamente una investigación realizada por profesionales, “buscamos conocer con qué se siente identificada la persona, a partir de ahí buscamos qué corresponde para ese cuerpo, color de piel y corte de pelo determinados”.

La manera de vestir, para la diseñadora es “expresión de la manera de sentirse, depende de cómo estás anímicamente” y agrega que “a veces querés pasar desapercibida y a veces sentir la mirada de la gente, que nos vestimos para el resto es una realidad”.

 

Facebook: Lolo Valenzuela en Bolívar y Asesoría de Imagen- Lolo Valenzuela

Dirección: Urquiza 550 (Atención de 17  21 hs).

 

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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