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La crisis de las economías regionales

 

Durante su campaña Mauricio Macri marcó la importancia de las economías regionales en el esquema productivo argentino. Con eje en los agronegocios, una de las primeras medidas consistió en la eliminación de retenciones a las exportaciones, conjuntamente con la liberación del cepo cambiario -una demanda sostenida por el sector- y su consecuente depreciación del peso.

La crisis de las economías regionales se fue sosteniendo y profundizando en los últimos años, con las restricciones generadas por el atraso cambiario, la fuerte presión tributaria y las regulaciones anti-exportadoras que tuvieron como referente al Secretario Guillermo Moreno, a su vez un fiscal de control de las importaciones con el fin de construir una balanza comercial lo más alejada del déficit cuanto le fuera posible instruir. Todo conllevó al "estancamiento y reducción de la producción, desaparición de miles de productores, caídas en la inversión y en las exportaciones son algunos de los fenómenos observados en los últimos años. Los elementos internos sumados a un estancamiento y caída de la demanda externa configuraron un escenario poco favorable para estas actividades con fuerte dependencia del mercado internacional. A lo largo del 2015, casi todas las exportaciones regionales tuvieron un comportamiento negativo y sólo el maní, el limón y la yerba mate fueron la excepción. Además, al ser producciones destinadas a la exportación en gran medida, cuando la salida hacia el mundo se ve dificultada ya sea por factores exógenos y/o por políticas económicas erradas, rápidamente se genera un exceso de oferta en el mercado interno, provocando una caída en los precios que muchas veces no llega a cubrir los costos de producción y que la cadena traslada por completo hacia el primer eslabón productivo". (Consultora Invecq, Newsletter Nº 159)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para la consultora Economía & Regiones (E&R), aquél escenario inicial del gobierno actual "le devolvió la competitividad al sector agropecuario y a las economías regionales". Sin embargo afirma que "no alcanzará para que el nivel de actividad responda rápidamente, sino que crecería muy poco o nada durante este año".

Cuando E&R  esboza las razones explica que lo "primero y fundamental, hay que tener en cuenta que las decisiones de inversión y de siembra fueron realizadas el año pasado, con un tipo de cambio mucho menos competitivo que atentaba contra la rentabilidad del negocio, lo cual hizo que se sembrara menos de todo", por lo  que "la campaña 2015/2016 tendrá menos volumen que la de 2014/2015" a lo que ha de sumarse la depreciación internacional de los precios de nuestros commodities, todo lo que contribuirá a impedir "que este sector se constituya en el trampolín de la macroeconomía".

Asimismo, para E&R, los intentos del macrismo han sido nulos, ya que "la mejora de la competitividad precio por tipo de cambio y por quita de retenciones, a pesar de ser elevadísima, no alcanza para compensar la elevada presión tributaria y tasa de interés, el desacople entre salarios y productividad, la imposibilidad de seguir financiando, con inflación, impuestos o deuda, el actual nivel de gasto público y las fuertes expectativas de inflación y de devaluación".

Invecq agrega que, amén de la demanda internacional, el 2015 "no ha sido favorable como consecuencia del desempeño de importantes socios comerciales como Brasil y Rusia", pero que "la variable interna más relevante a la hora de explicar el desempeño de las exportaciones de las economías regionales es el tipo de cambio real. El índice de tipo de cambio real multilateral señala que la cotización real del dólar tocó el mínimo nivel desde la salida de la convertibilidad a lo largo del año pasado. En septiembre 2015 este índice, que llegó a estar por encima de 2,5, se ubicó por debajo del nivel vigente a fines del régimen de convertibilidad al tocar un índice de 0,95 y tuvo un promedio anual de 1,04 previo a la liberación del mercado de cambios. Esto sucedió al ritmo que el peso se devaluaba constantemente en términos nominales a una velocidad siempre menor al avance de los costos internos en pesos y, en el último tiempo, también respecto al resto de las monedas del mundo".

Para la económica que lideran Esteban Domecq, Alessandro Nigra, Matías Surt y Rodrigo Bustamante, con esa pérdida de competitividad internacional, "muchas producciones dejaron de ser rentables y debieron volcarse al mercado interno o, incluso, ni siquiera llegar al mercado. Las exportaciones más golpeadas, con caídas superiores al 25%, fueron las de manzanas, calabazas, uvas, algodón, cebollas, mandarinas y arroz (estas últimas tres con caídas superiores al 40%)".

En los últimos días se han efectuado anuncios a fin de extender los plazos de liquidación de divisas, que -siempre para Invecq- podrían considerarse "útiles a corto plazo, no deben ser entendidas como políticas sectoriales sostenibles". La recuperación de estas economías, elementales para el empleo en el interior, requiere de otras medidas que excedan el destino de los valores internacionales, atendiendo a las demandas de un dólar alto y una reducción impositiva, ambas en "contraposición con otros objetivos que tiene en mente el nuevo equipo económico para el ordenamiento de la macroeconomía".

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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