Casa de arte “Tupac”

“Buscamos generar un lugar donde se pueda regalar arte”, dicen Celia González y Alejo Salgado sobre el espacio en el que conviven, exponen y comercializan muchos de los artesanos locales.

 

 

Luego de un largo proceso y tiempo de espera, Alejo y Celia abrieron las puertas de Casa de Arte “Túpac”, que definitivamente encontró su lugar para albergar a un grupo de artistas locales con sus diferentes creaciones artesanales.

“Esta es una idea que tengo con mi compañero desde hace muchos años, y que consiste en generar un lugar en Bolívar donde los artistas, que la mayoría son amigos, tengan un espacio físico donde poder mostrar lo que trabajan porque son muchos los que hacen cosas muy lindas y por ahí no son conocidos. Así, ahora tienen un lugar para mostrar lo que hacen y, en este contexto complicado, poder sacar un dinero a partir de la comercialización de sus trabajos. En síntesis, buscamos generar un lugar donde se pueda regalar arte”, empezó contando Celia González, la ideóloga del proyecto junto a su compañero Alejo Salgado.  

Espacio “Túpac” abrió sus puertas el sábado 11 de agosto, ese día se eligió para inaugurar este nuevo espacio. En el lugar, se pueden ver y adquirir trabajos de pintura del “Pato” Arbe, Ezequiel “Kelo” Sapula, Jazmín Woycik, Cecilia Castro con macetas pintadas a mano, Marisol Darretche con cosas lindas para bebés, Elvira “Cuca” Vaccarezza con trabajos de vitrofusión y Aldana Lora con encuadernación. Una vez abierto, se sumaron Hilda Dorre con tejido artesanal, las chicas de “Trapitos al sol”, Patricia Giles, Daniel Amengual y también la producción de imanes y juguetes en madera que la propia Celia y Alejo fabrican y que suelen exponer en diferentes ferias de artesanos. En breve, también se podrán apreciar trabajos de Cielo Páez, artista de Pehuajó, que “hace unas cosas muy lindas y hoy está viviendo en Bariloche”, contó entusiasmada Celia.

Espacio “Túpac” aparece como un lugar propio y muy peculiar. Celia señaló que las artesanías y trabajos que hay en el lugar “no se pueden adquirir en otro lado en la ciudad”. Y añadió que, a la vez, “buscamos que sea un espacio comunitario para los artistas”.

“Túpac” tiene su espacio físico en la propia casa de Celia y Alejo y a pesar que dieron muchas vueltas para consensuar un nombre, “Túpac ya era la marca que teníamos para las cosas que hacíamos en madera y le agregamos Casa de Arte porque para nosotros, el hecho de encontrarnos con todas estas obras y que este espacio sea parte de mi hogar, a mí me genera una energía especial”.

La idea tampoco se plantea desde un plano estrictamente económico y Celia lo tiene claro: “obviamente no nos vamos a llenar de plata con este lugar. La gente piensa que una obra de arte es inalcanzable y no es así. Hay precios de todo tipo y cosas más baratas que una camisa o una prenda de vestir. Lo que buscamos es que se genere la costumbre de poder regalar algo original, de salir de los espacios comunes y me parece que, el valor agregado que tiene lo artesanal, no tiene precio”.

Consultada sobre si se pueden sumar más artistas a “Túpac”, Celia respondió que sí lo pueden hacer porque de hecho, “hay mucha gente que no encuentra un espacio para crear y poder, de alguna manera, sacar un dinero”. Lo que se busca es que no haya mucha gente del mismo rubro para “no generar competencia entre los artistas”.

Otro de los pilares fundamentales de Casa de Arte “Túpac” es mantener un sentido de comunidad y de unión entre los expositores que intentan comercializar su arte.

En Túpac, que está en calle Las Heras 250, hay regalos para todas las edades. “Tenemos cosas pequeñas para bebés y para gente de 120 años. Hay de todo y para todos”, destacó Celia.

Una cuestión que deja planteado este espacio, también es verlo como “un lugar de resistencia, teniendo en cuenta todo este contexto económico difícil en donde generar un peso extra y más, desde el arte, a mí me pone contenta”, dice González. Por eso, “tenemos muchas ganas de que esto funcione, que se ponga de moda regalar arte y que la gente se acostumbre a hacerlo. Buscamos que se genere una circulación de cosas lindas porque regalar algo artesanal se valora mucho más”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Siguiendo en esta línea, Celia expresó que “hay mucha gente que valora lo que es un trabajo artesanal o artístico, el tiempo que lleva, el amor que uno le pone porque lo industrial es algo estandarizado y lo artesanal tiene un valor extra, en donde ninguna pieza es igual a otra”.

Espacio Túpac tiene su Facebook e Instagram para poder seguirlo y ver todos los trabajos que se pueden adquirir, “trato de subir todos los días fotos de lo que tenemos”.

También se pueden comprar libros usados, algo que en Bolívar “creo que no hay” dijo Celia y “está bueno generar un circuito con la gente que le gusta leer y que la cultura fluya”, indicó.

 

El nombre elegido para este emprendimiento tiene que ver mucho con la propia historia como docentes de Celia y Alejo. Ambos son profesores de Historia y este nombre también viene desde las primeras producciones artesanales en madera que hacia Alejo en sus comienzos. “No sólo es una palabra que suena como la noble madera, sino que representa un espacio de resistencia del trabajo manual y artístico, a lo que es la industrialización y el mercantilismo. Y obviamente una reivindicación con los pueblos originarios donde el tema artesanal tiene que ver con una vuelta al origen, a la esencia de lo natural”, explicó la docente.

El comienzo de “Túpac” fue lo esperado para los conductores de este espacio de artistas comunitarios. “Yo estoy feliz porque todos los días vendo algo y tampoco hace mucho que arrancamos. Al principio cuesta insertarse, más cuando es algo distinto y muy particular. La gente entra o se para en la vereda a mirar la vidriera y no se anima a entrar. Por eso recalcamos que no es un espacio donde es obligatorio entrar a comprar, está bueno que también vengan a mirar lo que está haciendo la gente de Bolívar”.

Túpac abre todos los días de semana, a partir de las 18 horas y los fines de semana durante casi todo el día. “Calculamos que en el verano vamos a poder abrir más horas y siempre esa época genera otra expectativa”, finalizó Celia González.