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Espacio Tailerra: El taller de encuadernación como espacio de libertad

 

Seguir lo que indica el deseo, la pasión y las ganas para convertir una habilidad en un emprendimiento. De la museología a la encuadernación artesanal y la proyección de un espacio cultural.

 

Nacida en Coronel Suarez, Aldana Lora es museóloga recibida en La Plata, encuadernadora por oficio y una apasionada emprendedora cultural. “Descubrí la encuadernación a través de la museología, dentro de la carrera tenemos dos años de conservación preventiva de todo lo que hay dentro de un museo, ya sea papel, piedra, tela, madera, etc. Entonces me interesó el papel, así empecé a hacer clínicas de conservación de papel, de documento histórico y eso me llevó a la encuadernación”.

El espacio como taller de encuadernación tiene sus orígenes en un departamento de La Plata, “tenia herramientas chicas, y a medida que iba haciendo tandas de agendas, cuadernos, recetarios de cocina, empecé a comprar materiales. Entonces se llamaba El Ceibo en honor a un almacén que tenían mis abuelos en D'Orbigny, un paraje de campo”.

Hace un año y medio que Aldana vive en Bolívar y ese momento fue refundacional para el taller que ya cuenta con espacio propio y poco a poco va definiendo su propia identidad, “le busqué un nombre distinto Espacio Tailerra; tailerra significa taller en euskera, idioma vasco y la idea del espacio es que se pueda abrir al público para que, además de comprar un cuaderno, se pueda generar algo más acerca de este oficio”.

 

“La encuadernación tiene un nuevo valor”

El amor por el oficio y la constancia con la que Aldana persiguió sus deseos permitieron que hoy la encuadernación sea su emprendimiento más importante, “ni bien pude, hice un curso breve de encuadernación clásica e hice una libreta de encuadernación japonesa. Más tarde sí, ya pude anotarme en un curso con título, de un año de duración. A este lo dictaba la encuadernadora de la biblioteca de la UNLP con una visión más vinculada al oficio y vimos una gran diversidad de encuadernación, de materiales y herramientas que luego fui especificando con otros cursos”.

La capacitación constante hizo de Tailerra uno de los espacios más preciados en cuanto a oficios culturales de Bolívar, “hice muchos cursos y me encantaría seguir, porque en estos últimos años la encuadernación tiene un nuevo valor, que quizás antes no lo tenía, también han surgido nuevas técnicas que puedo ver a través de Internet, así como seguir a maestros de la encuadernación de todo el mundo, de quienes siempre aprendo algo”.

 

“Me inspira el trabajo manual”

Las encuadernaciones de Tailerra nada tienen que ver con los libros y cuadernos comerciales que se realizan en serie, es decir, todos iguales. El trabajo artesanal implica un misterio atrapante en la elaboración de los objetos que luego se transmite en el producto final. Según su propia hacedora, “la principal distinción es que esto es todo artesanal, sale de un cartón gris que permite elegir el formato, el diseño, los colores, el material y el tipo de encuadernación, entre otros detalles para lo que se quiera elaborar. Además es importante el proceso de creación, no siempre está todo en stock para elegir, no hay dos iguales e influye mucho el momento en el que estoy cuando me dedico a encuadernar”.

Lo que la inspira a crear cosas nuevas está vinculado al momento, el contexto, todo aquello que influye en el ambiente en que se desenvuelve este tipo de trabajo, pero sobre todo “me inspira el trabajo manual, lo artesanal, usar herramientas que son antiguas y sin embargo funcionan de manera espectacular” por ejemplo prensa de hierro fundido, típica e histórica guillotina marca Krause.

 

“No es un oficio muy conocido”

En el taller se pueden encontrar distintos tipos de encuadernación: cartoné, bradel, sewn board, copta, belga, japonesa. En este espacio hay libretas, cajas, cajas contenedoras de libros, reencuadernaciones de libros, de fascículos de diarios y encuadernación de escribanía.

Esto último constituye una curiosidad porque no se trata de un trabajo sencillo, que no se enseña como oficio y que Aldana adquirió en el Colegio de Escribanos de La Plata, “trabajo con General Alvear, Coronel Suárez, Bolívar por supuesto y otros”.

El vínculo de Aldana con los clientes se da de manera fluida y la conexión es auténtica entre personas que saben valorar el trabajo manual. “Cuando alguien viene a encargarme determinado objeto, trato de hablarle, hacerle algunas preguntas que me orienten sobre qué es lo que está buscando, sobre todo porque este no es un oficio muy conocido ni necesario cotidianamente y a veces se pasa por alto el proceso de elaboración que conlleva cada cuaderno”. No obstante, esta emprendedora persistente se preocupa porque su proyecto llegue a destino, “me movilicé entregando tarjetas personales y me ayudaron también las redes sociales, Facebook, Instagram y Pinterest. Pero sobre todo, lo que más me sirvió en Bolívar es el boca a boca”. A su vez los productos se encuentran, ademas del taller, en Boom tienda de arte y diseño.

 

“Cada objeto tiene su particularidad”

El Espacio Tailerra ofrece una amplia variedad de objetos de diseño que vale la pena conocer, entre otros, se pueden encontrar agenda, agenda docente, álbum fotográfico, menú de restaurante, cuadernos de viaje, cuadernos de hoja lisa y de hoja rayada, anotadores, libretas de dibujo.

Estilo propio, variación de encuadernación, variedad, no estandarizado, nunca un cuaderno es igual a otro. “eso tiene que ver con cómo me conecto con el oficio, que depende del día el producto que vaya a elaborar”

Sobre el proceso de elaboración define que “primero se empieza por una cuestión mental de decidir cuál es el objeto a elaborar, el tamaño, la utilidad que se le va a dar, los colores, los diseños de las telas o papeles y luego empieza la etapa de cortar, doblar, medir, que es la base de la encuadernación y finalmente el armado, momento en el que llega la ansiedad de sacarlo de la prensa para ver como quedó. Cada objeto tiene su particularidad, los tiempos dependen del tipo de encuadernación”.

“La encuadernación de escribana tiene muchos requisitos que implican saber trabajar la escritura, los documentos anexos, evitar cortar alguna firma, reforzar el lomo, lleva mucha responsabilidad”, especifica.

 

“Es mi mundo de fantasía”

La carrera de museología, el gusto por lo artesanal y otros caminos recorridos llevaron a Aldana a practicar un estilo de vida que, lejos de regirse por las reglas del mercado, valora las emociones que entran en juego en cada momento. “El objetivo de este taller claramente no es económico porque no vivo de esto, creo que es la satisfacción y la retribución de la gente a la que le vendes un producto hecho por vos, generalmente una persona que se acerca a un espacio como este está buscando un producto artesanal, lo mira, le gusta, lo valora”.

Como constancia de que este emprendimiento es realizado con gran dedicación, Aldana reconoce: “la encuadernación para mí es la burbuja, a veces pongo música pero muy poca porque acá se escuchan mucho los pájaros, a diferencia de las ciudades grandes que aturden con los ruidos. Es el espacio en el que disfruto de lo que hago, me gusta trabajar con telas, papeles y ese tipo de materiales. Por ejemplo yo entro a una librería y es mi mundo de fantasía”.

A futuro, el taller como espacio estará abierto al trabajo de diseñadores y artistas de Bolívar así como para la visita del público interesado en conocer el oficio y otras obras. “El taller es mi espacio, donde me siento cómoda y tiene que ver con la manera en que yo lo pienso también, por ejemplo, me gustaría de a poco ir incorporándole obras de arte de artistas locales”. Tailerra se va transformando de a poco en un espacio cultural abierto al público, particularmente a quienes deseen realizar proyectos personales, y se podrá brindar, además, asesoramiento sobre por ejemplo, cómo elaborar un cuaderno u otro objeto, espacio de consulta y creación.

 

“Valoro a cada persona que se acerca”

Emprender en una ciudad relativamente chica, de la que Aldana no es nativa, representa para este emprendimiento más que una dificultad, un desafío: “es una ciudad que me encanta, en la que me siento muy cómoda y este oficio es una forma de empezar a hablar, conocer gente, presentarte quien sos, y como no es un espacio de mucha gente, valoro a cada persona que se acerca, que se hace un lugar en su bolsillo y en su día para, por ejemplo, arreglar un libro”.

Los valores que dirigen el trabajo diario y que se transmiten en cada objeto que llega para formar parte de la vida de los clientes, están vinculados más a lo emocional que a lo material: “de la mano de la museología también, con la conservación de aquellos objetos que nos conectan con la vida, es valioso que venga una persona a restaurar un libro para que no se siga deteriorando, y por otro lado es interesante ver la diversidad de libros que entran, desde artísticos, religiosos, fascículos, entre otros”.

Este proyecto devenido en emprendimiento de vida es un claro ejemplo de lo importante que puede ser seguir lo que a cada persona le apasiona y poder lograr un trabajo independiente, según Aldana “es linda la libertad de poder definirlo, yo por ejemplo ahora hice un nuevo logo y estoy buscando reforzar su identidad, pero lo mejor de todo es poder hacer lo que te gusta. Si bien es difícil conseguir los insumos estando lejos de Capital, siempre le busco la vuelta para tratar de tener todo y poder solventarlo con el mismo trabajo pero la satisfacción es enorme”.

 

“Hay que confiar en lo que estás haciendo”

Lo que se conoce de Espacio Tailerra es sólo su parte inicial ya que para un futuro no muy lejano sobran las ideas y proyectos, “planeo por ejemplo, abrirlo y poder trabajar con la gente, que sea la burbuja de unos cuantos, desde artistas, diseñadores y quienes se interesen por esto. Además, la idea para más adelante también es elaborar los papeles yo misma, se hacen al engrudo o al agua, y otra cosa que me encantaría es reciclar los papeles que recorto y hacer papel artesanal”.

La buena noticia para quienes sienten afinidad con este oficio es que se dictará un taller de encuadernación artesanal en el mes de marzo en la Biblioteca Alcira Cabrera, cuyos detalles se darán a conocer a través de las vías de comunicación de ambos espacios.

Por último y a modo de reflexión por el camino recorrido hasta el momento, Aldana destaca que “es importante valorar lo que uno hace, es quizás lo que más me costó a mí, lograr seguridad. Hay que pensarse capaz de demostrarle a la gente lo que una puede hacer, y lo fundamental es escucharte sobre lo que más te gusta, poder mostrarlo, no guardárselo, confiar en que lo que estás haciendo le puede gustar a la gente”.

 

Contacto:                                 

Direccion: Av. Belgrano 600, entrada por Falucho (a partir de 16 hs)

Teléfono: 2314-440709

Facebook e instagram: Espacio Tailerra

E-mail: espaciotailerra@gmail.com

 

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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