Coaching Ontológico: terminó la primera certificación

Unas treinta personas formaron la primera promoción de coaching autóctono. Adelantan nuevas propuestas para 2020. Calabia: “espero que mejoren el mundo”

 

Cuando Alejandro Calabia y Verónica Ruiz impulsaron la primera charla orientativa se visualizó un gran interés de parte de los y las bolivarenses para la realización del curso de coaching ontológico que ya tiene los primeros treinta egresados.

El docente a cargo explicó que la finalización culminó en una “jornada emocionante, de sentimientos encontrados, alegría por ver estas 30 personas con tanta dedicación y respeto cerrando el año, y tristeza por el fin de un ciclo tan intenso”. Ruiz fue la ideóloga de la idea que debía sortear varios desafíos, a lo que Calabia recordó que “profesionalmente es muy desafiante este proyecto que armó: gente muy participativa, interesada y comprometida, con una cantidad de alumnos que no se está dando ni en CABA, el número de consultas que generan es muy grande y la calidad de las preguntas requieren que incluso tenga que volver a los manuales para no errar en la respuesta. Toda una experiencia”, sintetizó.

Justamente Ruiz destacó la emoción del momento luego de “nueve meses de trabajo en la que hemos tocado directamente no menos de 85 seres, sin poder calcular a cuántos en forma indirecta”. También realzó la formación de Calabia, con más de 25 años de experiencia, su Licenciatura en Recursos Humanos, un Posgrado en Sistema de Gestión de la Calidad ISO 9001 y una Especialización en Coaching de 750 hs (Ontológico y Organizacional), un Master en Mindfulness y Desarrollo de Habilidades Emocionales. A los 50 años se define como lector obsesivo de la temática que impulsa, “es difícil la convivencia con una persona apasionada por algo, ya que te cuesta cortar, sentís todo el tiempo que le quitas tiempo a lo que amas. Me gusta viajar y en los viajes aprovecho para escuchar audios sobre el tema... visto por otra persona debo ser aburrido”, dijo. Afirmó que necesita “ser consistente en lo que digo y transmito, sin fisuras con respecto a la enseñanza. Estoy actualizándome todo el tiempo, mis alumnos tendrán siempre el privilegio de que cada nueva información que surja en el ámbito de las neurociencias, les llegará rápido”.

 

Ruiz da pie para la definición del coaching ontológico y la interpretación acerca de la proyección a futuro que tiene el mismo. Calabia aseveró que “es un entrenamiento en el cual el coach te ayuda a lograr los objetivos que quieras, sin que para él sea importante ese objetivo, no está sujeto a sus juicios de valor. Ontológico porque como seres lingüísticos nos creamos y re-creamos en el lenguaje, en conversaciones, el mundo no cobra sentido hasta que alguien lo explica. Esas explicaciones posibilitan o impiden el logro de metas y sueños ya que, si tu lenguaje es limitante y desenfocado con respecto a tus recursos estarás, creando carencia, por otro lado, nadie logrará algo grande y noble si primero no rescata sus dones y virtudes, lo que digo de mí se transforma en el motor con el cual avanzo en la vida. Nada más urgente que trabajar la identidad y los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos, ahí se encuentra la solución a cualquier carencia”. De esa manera, aclaró, “en un proceso de coaching utilizamos la comunicación verbal y no verbal como parte importante del diagnóstico; confrontamos creencias para debilitarlas, rescatamos tus competencias, expresamos emociones y definimos un objetivo ambicioso”. Por ende, “el coaching como verán no es terapia, sino un proceso de indagación y dramatización que pretende enfocar toda tu energía a un proyecto que de apasione”.

 

Los egresados

Al ponderar la esperanza puesta en el grupo humano que acaba de egresar, Calabia definió “un objetivo ambicioso, espero que mejoren el mundo, de la forma en que lo puedan imaginar, pero que mejoren el mundo. Muchos de ellos has pasado por un proceso de transformación personal, han quedado movilizados, realizaron cambios profundos en su entorno, creo que ya el proceso comenzó... una nueva mirada sobre la vida y sus circunstancias es necesaria, entender que no sucede lo que creemos que sucede, sino que esas interpretaciones están viciadas por el bagaje de información recibida. Solo con mirar el mismo hecho y ver otra cosa, el aporte puede ser de incalculable valor. Todos entendieron que estamos atrapados en creencias sobre los hechos, en expectativas no cumplidas, en control disfrazado. Este camino comenzó, nuestro vínculo seguirá por el tiempo que ellos lo decidan para acompañarnos mutuamente en el camino”. Agregó que “cada uno en su ámbito podrá hacer los cambios que se requieran para la mejora continua de los procesos” en la vida cotidiana.

Es la organizadora local la que precisó que “hemos asistido a un cambio de percepción, y eso lo logramos gracia al aporte de Alejandro para con nosotros”. Agregó que “detrás de la primera promoción ya hay otro grupo formándose, quienes terminarán en el mes de abril, pero –informó- se sumarán desde el mes de febrero otras propuestas”. Calabia relató que incluirá a Ruiz en calidad de formadora, y ambos llevarán a cabo una nueva Certificación en Coaching Ontológico Profesional y el Instructorado en Mindfulness y Desarrollo de Habilidades Emocionales, “además de las especializaciones para graduados”, siempre pensando en que “el tema central son las emociones y cómo gestionarlas desde dos técnicas bastante distintas”. Las mismas están pensadas para todo público, “por supuesto que si recibimos a profesionales, esto mejorará ampliamente su performance. Tradicionalmente el Mindfulness es utilizado para controlar estrés y ansiedad, por tal motivo suele haber un número importante de psicólogos, kinesiólogos y médicos en las formaciones; con respecto al coaching el ámbito empresarial, político y deportivo, además del personal, es lo más requerido”.