Flores hechas intenciones

La Germinadora lleva tres décadas de consolidación en el mercado de la floristería local. Una actividad que comenzó ante una situación adversa, hoy se extiende a otros rubros vinculados.  Elsa Bizcarra: “es mi vida, me falta esto y es como si me faltara todo”

 

 

 

Desde hace tres décadas, Elsa Bizcarra es la propietaria de “La Germinadora”, un lugar que se ha convertido en un paso obligatorio para todos aquellos amantes de las flores. El 14 de febrero, “Día de los enamorados”, celebró su aniversario número 32.

El negocio comercial, siempre estuvo en el mismo lugar durante todos estos años. “Empecé en el garaje de mi propia casa con unas veinte plantas y, a partir de ahí, muy de a poco, fuimos agregando plantas, ramos, flores, plantas de macetas, todo tipo de maceteros artesanales, y otros productos relacionados al rubro”, explicó en un comienzo de la entrevista Elsa.

La decisión de iniciar un emprendimiento tuvo como origen un contexto adverso que requería nuevas iniciativas. Obedeció a que en esos años, se vivía una situación difícil por la inundación. “Nosotros teníamos un campo todo inundado y decidí poner algo para sobrevivir y así, no tener que vender nada de lo que tenía en ese momento”.

Eligió embarcarse en un rubro que poco conocía o casi nada. Elsa contó que su vida estuvo siempre vinculada a la actividad rural, “vivía en el campo, fui a escuela de campo, después a la escuela Agrícola. Constantemente tuve noción sobre ese ambiente, sobre las plantas, todo eso siempre me gustó mucho y fue lo que me llevó a decidirme por poner este negocio”, reconoció. 

Después de 32 años de iniciado el proyecto comercial, Elsa se mostró conforme con la evolución de su emprendimiento, porque “siempre ha sido, cada vez mejor, con muy buena clientela a quienes agradezco constantemente por su buena predisposición. Por suerte, la misma, no es que sólo se mantiene sino que cada vez es mayor y eso lo notamos a diario o semanalmente”.

 

A pesar de este buen presente, cuando arrancó con el comercio, promediando la década de 1980, no pensó nunca que iba a tener tan buena respuesta y perdurar tantos años. Elsa, explicó que en un comienzo “lo tomé como una opción para salir de ese momento difícil que vivimos por las inundaciones y nada más”. Pero con el correr de los años “La Germinadora” se ha convertido en unos de los comercios destacados en el rubro, gracias “al apoyo y al cariño de los clientes, eso es algo que incentiva mucho y da ganas de seguir trabajando y mirando hacia adelante”, destacó.

 

En 32 años de vida comercial nunca hubo un momento en que hiciera dudar a Elsa de seguir adelante. “Nunca pasé por una circunstancia o hecho que me hiciera ver que la situación no daba para más. Como tampoco, hasta te diría que en días de muy malas condiciones climáticas, que hace que nadie ande en la calle, nunca dejó de venir gente, siempre tuve ventas. Me acuerdo que en un momento, un día sábado que hubo una tormenta espantosa todo el día, a la tardecita paró de llover y empezó a venir gente. Siempre me acuerdo de eso porque me decía a mí misma ‘no va a venir nadie’; pero resultó que al fin, también vino gente a comprar”, contribuyendo a aquella idea del marketing en el que nadie vende un producto por sí mismo, sino que –en éste caso- podría decirse que una florería no vende flores, sino experiencias a través de ellas.

 

Consultada sobre qué representa “La Germinadora”, Elsa sin muchos preámbulos respondió que “es mi vida, me falta esto y es como si me faltara todo”.

Hoy “La Germinadora” ha ampliado su local y también su oferta de productos. A Elsa, la acompañan en la atención al público, dos empleados y su hija, que se dedica al sector de plantas y plantines. Elsa, está abocada al sector principalmente de flores; pero también a lo que son ramos para todo tipo de eventos, variedad en cactus, macetas, artesanías y cerámicas.

Lo que más se vende, resaltó Elsa son las flores. “Todo tipo de flores, ramos y todo de buena calidad. Hacemos los pedidos dos veces por semana y la mercadería la traemos nosotros de La Plata, voy yo y la elijo”, dando el toque personal en cada selección.

 

Si bien se trabaja todo el año de buena manera, en este rubro hay épocas que se destacan más que otras. El momento de la llegada de la primavera y fechas especiales como el Día de la Mujer o de los enamorados. “El 14 febrero se vende muchísimo lo que son las rosas rojas y también hay otras fechas claves como, por ejemplo, ahora se viene el Día de la Mujer, en donde se vende mucho más que lo habitual, ya sean flores, donde sobresalen las rosas o algún regalo especial. Después para la estación de la primavera, donde a mucha gente le gusta arreglar y renovar el jardín, se venden muchos plantines de todo tipo, arbustos y todo lo que es para embellecer el jardín o el parque de una casa o quinta”.

Muchos clientes no sólo viene a comprar para regalar por una fecha especial como la que nombramos, o lo hacen por un cumpleaños, sino que también hay gente que lo toma como un hobby o una terapia. También hay muchos que le gusta coleccionar, por ejemplo, cactus. “Tenemos clientela para todo los gustos y por suerte, podemos ofrecerles a todos lo que nos piden”, sostiene repasando la oferta y variedad disponibles..

Elsa consideró que, la clave para seguir adelante después de 32 años con una clientela fiel, “es la buena atención a la gente y los horarios como dos cosas fundamentales. Si a la gente la atendés mal no vuelva más, por eso creo que esto es primordial. También, preocuparse porque todo esté bien y que el cliente siempre se vaya conforme”, dice quien encabeza un negocio que pretende satisfacer y orientar cada intención de compra acorde a quien sea destinario/a final.

También, este es un rubro en donde la calidad de lo que se vende es central y así lo consideró Elsa: “Nosotros siempre tenemos buena calidad, tratamos de traer lo mejor, de tener buenos precios y esto es posible porque nosotros mismos vamos a buscar la mercadería, porque si tenés que pagar el flete o el transporte ya es otro precio y se encarece”, analiza.

Con el correr de los años, “La Germinadora” se siguió expandiendo en pos de ofrecer más variedad a la clientela. “La idea siempre fue seguir agregando cosas para tener un negocio más competo. Empecé sólo con semillas y plantas, después fuimos sumamos, de a poco, todo el resto”, lo que permite completar una oferta ya más orientada a lo decorativo, a la parquización y ambientación de espacios.

En la actualidad y después de 32 años, lo central pasa por seguir fortaleciendo el comercio y seguir sumando más productos. “Tratamos de ofrecerle al cliente todo lo que más podemos. Ahora sumamos fuentes de agua, mucha variedad en maceteros artesanales y todo lo que pueda estar relacionado con nuestro rubro”.

Además de la atención habitual de lunes a sábado, está abierto los días domingos porque se vende muchas flores para la gente que va de visita al cementerio.

Contacto: calle Rondeau 24, de 8.30 a 13 horas y de 16 a 21 horas. Teléfono: 2314 424704.