Jorge Oscar Albano, contó que la posibilidad de iniciarse en el rubro de venta de pescados y mariscos, se concretó por “una idea de alguien que me quería dar una mano. Me tiró varias propuestas de diferentes comercios para Bolívar y yo ví que faltaba algo en pescadería”. El dueño y cara visible de la peixateria, agregó que “me gustó la idea porque entendí que es un rubro que no está tan explotado en Bolívar, si bien hay colegas que hace años que están en esto y deben saber mucho más que yo, porque estoy aprendiendo; pero me pareció que poner algo distinto puede llegar a funcionar en Bolívar. Y gracias a Dios, la gente me está acompañando”.

La idea era iniciarse en un comercio que no estuviese tan saturado como otros rubros como, por ejemplo, remiseras, carnicerías, vestimenta. “Entre todas las cosas que me habían ofertado había una posibilidad que me pareció distinta y, a su vez, algo nuevo para mí”, observó.

A la hora de salir a buscar un local para montar el comercio, aparecieron un par de opciones; pero por una cosa u otra no se pudo cerrar ninguna de las mismas que estaban pensadas. “Conseguí este lugar, en Sargento Cabral 18, que es donde antiguamente era la clínica de Gasparri y para nosotros es un lugar ideal porque está todo azulejado y en condiciones. Realmente nos quedó muy bonito, además de ser un lugar céntrico”.

Con su nuevo emprendimiento, Albano hace cuatro meses que comenzó y se mostró “contento y probando”, a la vez que catalogó al nuevo proyecto como “un desafío muy importante que hago en este momento, cuando todo está muy difícil; pero en base a publicidad, amistades y a Bolívar, que siempre me ha seguido en todo lo que he hecho y me ha escuchado; pero hoy estoy enfocado en esto”.

En cuanto a la puesta en práctica del emprendimiento, “terminó siendo rápido y a su vez lento por el tema de la pandemia”, definió Albano la situación previa a la apertura del comercio. “Si no hubiese estado la pandemia, tendríamos casi un año de vida porque la idea era abrir para Semana Santa del año anterior; pero se complicó todo, hasta teníamos otro lugar y, por eso de la pandemia, se alquiló para otra cosa; tampoco podíamos traer cosas de Capital y terminamos haciendo una inversión muy importante, por lo cual, le agradezco a un primo mío que me dio una mano y a otro chico que también se sumó a esto, que conoce el tema de pescados y que fue quien vino y estuvo unos cuantos días en Bolívar enseñándome”.

Sobre aprender el oficio de la pescadería, Albano consideró que como todo, “no se debe aprender nunca todo, no hay nada en donde no surja algo nuevo, en la especialidad o rubro que sea; pero le agarré un poco la mano rápido porque Hernán, quien me enseñó, estuvo diez días y después se fue porque él tiene una red de pescaderías en otros lados de la provincia y hoy quedamos, a la mañana con un sobrino mío que me da una mano y a la tarde con mi hija”.

La palabra peixateria viene del catalán y fue una idea de Lorena, la señora del primo de Albano. “Quiso poner ese nombre e implementarlo y a la gente le ha gustado”.

Todo lo que se puede comprar en la peixateria viene directamente de Mar del Plata y es todo fresco. La mercadería llega dos veces por semana, los días martes y jueves. En el negocio hay una cámara que trabaja a una temperatura determinada, con la cual, el pescado no se congela. “Es un tema muy delicado porque no podemos tener errores, el pescado no es fácil de conservarlo, por eso, es un desafío. No tenemos freezer y nos manejamos con una cámara que es pura y exclusivamente para pescados, que trabaja a una temperatura que no congela la mercadería”, destacó.

Albano trabaja con el pescado entero y “a la gente le gusta”, sostuvo. Se puede encontrar salmón blanco, corvina, trucha y mucho más. “La gente viene, lo ve en el mostrador y le gusta. Los pescados se exponen a la vista del cliente con hielo natural, sin frío directo de motor y lo conservamos ahí, delante de los ojos de la gente. El público mira, le gusta y se lo lleva”.

Con el tema de la venta de pescado, Albano consideró que la gente está “aprendiendo a comer otra cosa. Siempre acá, vienen y me cuentan que comen merluza; pero ahora tienen más variedad y a la vista, hasta me piden la receta de cómo se puede cocinar y vuelven a los días con una foto de la comida”.

Consultado sobre si nota que hay un público que consume carnes blancas, Albano respondió con una anécdota: “antes de abrir, yo hablaba con la gente y le contaba de este emprendimiento a lo que me decían que linda idea; pero que no consumían pescado. Una mañana, estábamos en el negocio con José Albanese, que hizo los trabajos de albañilería; Carlitos Sousa que me hizo el diseño y Sebastián Arra, el electricista. Y me decían que ojalá me vaya bien pero no comían pescado, es decir, que éramos cuatro y nadie consumía pescado, en realidad yo sí, porque soy muy pescador; pero consumo lo que pesco. Con este panorama, me dije que iba a durar una semana y tendría que cerrar porque parecía que nadie consumía pescado; pero en realidad no es así. Es impresionante la gente que consume pescado”.

En lo económico, hay una diferencia con respecto a la carne de vaca, en algunas cosas y en otras no, “porque si comparás un kilo de salmón rosado con un asado, vale el triple pero, hoy en día, la medicina están muy convencida de que el pescado para la salud es muy bueno, entonces, y generalmente se da que, salen del médico y vienen a buscar pescado, después se olvidan y tardan quince días en volver; pero los médicos le están haciendo entender a la gente que es bueno el pescado y muchos son los que vienen a comprar”.

La peixateria tuvo que afrontar su primer Semana Santa, la idea era prepararse de la mejor manera en esos días y para el mes de abril, sobre la base de mercaderías que no son congeladas, todo un juego de estrategia para mantener una sana oferta todo el año.

 

Contacto: Sargento Cabral 18, teléfono 15628181 para pedir al delivery, de 8 a 13:30 horas y 17 a 21:30 horas.