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Reinventando la apicultura

Apícola La Dulce M y D aprovechó la historia familiar para reinventarse en un proyecto que vaya más allá de producir y comercializar "miel de pradera", convirtiéndose en un centro potenciador de otros emprendedores vinculados a la apicultura.

 

 

Marcela Sánchez y su familia emprendieron a partir de una pasión heredada por la apicultura y apostaron a innovar en productos y servicios de altísima calidad.

Me apasionaban las abejas
La historia de este emprendimiento expresa un claro reflejo de crecimiento y expansión basados en el esfuerzo y el compromiso constantes: “de a poco empezamos a multiplicar nuestros apiarios, es decir, a tener cada vez más abejas, así pasamos de iniciar con 80 colmenas a manejar actualmente alrededor de 500”.
Los primeros pasos se dieron en la primavera del año 2003, momento en que comienza la producción en el mundo de las abejas: “cuando falleció mi papá quedaron sus colmenas y yo decidí no venderlas sino empezar a trabajar con eso junto a mi marido. Dejamos a un lado lo que estábamos haciendo para dedicarnos exclusivamente a este emprendimiento familiar que de a poco fue creciendo”.
Marcela es docente y si bien disfrutaba de su trabajo en determinado momento pudo dar lugar a una pasión más grande que estaba en algún rincón de su vida, “la apicultura era un hobbie que tenía mi padre y que yo heredé, desde chica me apasionaba el tema de las abejas”. Entonces comenzó a dedicarse de manera profesional a las colmenas sin dejar de lado del todo su trabajo en educación; “con mi papá me acerqué al mundo de las abejas pero no sabía cómo trabajar en eso hasta que decidí hacerme cargo del emprendimiento y capacitarme profesionalmente”, comenta Marcela que cuenta con los títulos de Perito Apicultor Nacional, Inspector Apícola, Criadora de reinas a nivel nacional, entre otros cursos.
El nombre “La Dulce M y D” surge de la primera inversión que se hizo para este emprendimiento: “compramos una cabaña de unas personas de Buenos Aires que habían traído a Bolívar y se llamaba La Dulce, entonces siguiendo la tradición que dice que no se debe cambiar el nombre al establecimiento que uno compra, le agregamos las iniciales de Marcela y Daniel y el nombre Bolívar para que se reconozca como local”.

 

Productos y servicios
Apícola La Dulce M y D es pionera en el partido de Bolívar en ofrecer asesoramiento profesional y servicios varios a trabajadores de la apicultura. Indumentaria, medicamentos, alimentos nutricionales, materiales de madera y herramientas, maquinaria nueva y usada, compra y venta de cera virgen y estampada, canje, cabaña apícola con genética seleccionada, y otros, constituyen la oferta a productores de todo el país. La microempresa en la que funcionan una cabaña y un local de atención al público, además establece el nexo entre grandes empresas y emprendedores locales. Sumado a esto, el equipo familiar realiza capacitaciones de manera constante y asiste a eventos referentes en el ambiente apicultor. 
El principal servicio es el que se ofrece al cliente para que se pueda capacitar, comenzar su propia producción y crecer con un emprendimiento independiente. Esto es, luego de ofrecer un producto “se continúa con el apoyo o seguimiento del material vivo, la instalación de núcleos, paquetes, la introducción de una reina para una mejor aceptación, se visitan los apiarios y demás para que el productor no pierda en sus primeras inversiones”. Trabajar en una empresa donde el dueño es a su vez, empleado y empleador tiene presenta algunos beneficios que lo hace más atractivo: “la principal ventaja es poder desarrollar lo que uno quiere, poder inventar sin límites, ofrecer productos nuevos e ingresar en un mercado con cierta diferenciación de calidad”. 
En la cabaña de Apícola La Dulce se hace el criadero de reinas, donde se trabaja el material vivo: celdas, reinas, núcleos, paquetes y cámaras que luego se comercializan a otros productores. Por otra parte, la empresa apicultora cuenta con una sala de extracción habilitada por SENASA desde donde se obtiene la miel propia y se ofrece el servicio de extracción a terceros. Además, hace cuatro años que se trabaja con una fraccionadora de miel con marca propia: la fracción se realiza una vez terminada la cosecha (enero y febrero) en tambores de exportación. A partir de allí la miel es distribuida en cuarto, medio y un kilo y se vende con la marca propia a un exportador que compra miel en toda la Argentina y en comercios locales.

 

Miel de pradera
En la Cabaña La Dulce M y D la miel se distingue por su excelente calidad, ya que se extrae en una sala habilitada, que cumple con todos los reglamentos -donde se destaca la higiene- para productos de consumo. Además se elabora miel exclusivamente de pradera y totalmente natural, esto es, no se le agrega ningún elemento artificial y no se realiza ningún filtrado que pueda quitarle propiedades a la miel. “Hacemos una miel propia de nuestra región, los apiarios están en Bolívar así que los productos no provienen de otro lado sino que todas son mieles de pradera elaboradas en esta ciudad”. 
Por otra parte el color y el sabor son logrados de manera tal que en el producto final está presente de la manera más fiel posible la floración que identifica a la región, “nuestras mieles son orgánicas y se caracterizan por ser de pradera, en esta zona tenemos trébol, lotus, alfalfa, flor silvestre, cardo y esto hace que la miel tenga un sabor único, diferente a otras de cultivo o monte por ejemplo”. 
Este año el emprendimiento local obtuvo el 4° premio en la competencia de nivel internacional “Expo Maciá” realizada en Entre Ríos, “siempre vamos a exposiciones, en general acompañamos todos los años a la Expo Agro, estuvimos por primera vez en la Feria Caminos y Sabores en Palermo, además de las exposiciones regionales y la de Bolívar en las que estamos presentes regularmente”.

 

“Aprender de las abejas”
Marcela pudo combinar sus dos profesiones, la docencia y la apicultura, por un lado supo llevar la docencia a lo apícola: “en este trabajo podes enseñar todo lo que sabes, la apicultura va cambiando como todos los rubros y lo que se actualiza en distintas capacitaciones y perfeccionamientos se puede transmitir a los clientes para recortar el margen de error, es decir, que no mal inviertan y que puedan apropiarse de técnicas adecuadas que mejoren su producción”. Y por otro lado, a la inversa, la docente pudo aplicar lo destacable de las abejas: “haber podido crecer en la cabaña nos dio no sólo satisfacciones económicas sino sobre todo, aprendizajes y satisfacciones personales como la posibilidad de que nuestras hijas puedan estudiar, poder implementar en nuestras vidas el estilo de las abejas del trabajo, el ayudar al otro, la organización”. 
Durante el último trimestre del año se da la etapa más fuerte de producción apícola, así lo explica Marcela Sánchez: “justamente ahora en primavera comienza el proceso, ya que aparecen las primeras floraciones. A partir de esto las abejas empiezan a buscar polen, a multiplicar su población para tener más abejas pecoreadoras. Este tipo de abeja es la que sale a buscar el néctar para luego hacer la miel, entonces el apicultor se acerca a cosechar al campo durante enero y febrero”. La colmena consiste en una cámara de cría, donde están las abejas, una alza melaria que se llena de miel y luego es extraída. Esa alza se lleva a la sala de extracción y pasa por todo un proceso a través de diferentes máquinas hasta que la miel es bombeada a los tambores como paso final de esta etapa. Luego se fracciona la miel en distintas medidas, se etiqueta y sale a la venta.

 

Esfuerzo y comunicación 
Hace trece años que Apícola La Dulce M y D crece y se reinventa en cada temporada, “con trabajo hemos perdurado durante estos años, seguimos implementando cosas nuevas, ampliando el servicio, nunca nos conformamos. Esperamos poder transmitir esa manera de luchar, de haber empezado sin nada y poder tener hoy nuestra propia micro empresa”.
A modo de consejo para emprendedores que están iniciando sus proyectos en cualquier rubro, Marcela afirma: “yo creo que a todo emprendimiento hay que darle mucha dedicación, esfuerzo personal y familiar, no hay que bajar los brazos, los obstáculos aparecen siempre pero superarlos hace que el emprendimiento crezca y se fortalezca”.
La comunicación gráfica y visual es un elemento a destacar en emprendimientos exitosos como éste, cuyos propietarios supieron comprender la importancia de este aspecto en el contacto con los clientes: “creo que en invertir en publicidad, folletería, radio, televisión, redes sociales es fundamental para que el emprendimiento se conozca, se establezca una relación con otros productores y pueda crecer cada vez más”. 
Luego de un largo trayecto, momentos de dificultades y otros de satisfacciones a futuro “el último paso sería poder darle valor agregado a lo que hacemos, el año que viene vamos a agregar miel Premium a la que ya producimos, y algunas exquisiteces de miel que lanzaremos en el mercado próximamente”. 
Los productos de Apícola La Dulce se comercializan en todos los supermercados de Bolívar y en la Feria Verde todos los sábados en el Centro Cívico. 

Contacto: 
Dirección: Uriburu 154
Facebook: Cabaña Apicola La Dulce M y D
Teléfonos: 2314-444877/2314-408100
 

 

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Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

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