Economía: la herencia

 

Invecq Consulting SA (Esteban Domecq, Alessandro Nigra, Matías Surt y Rodrigo Bustamante) realizó un cierre de año intentando explicar algunos puntos que hacen al balance del año económico.

Partiendo de la base de la transición política, el 2015 deja atrás 12 años de gobiernos kirchneristas y un consecuente recambio político y de equipos de gestión. Pero en el "plano económico las transiciones son más lentas", esperando las transformaciones reales en el año que acaba de iniciar, en el que se espera "un proceso de corrección de los tantos desequilibrios macroeconómicos que recibe la nueva gestión".

En relación al crecimiento económico, Invecq entiende que, "como todo año electoral", el 2015 se caracterizó "por el aumento del gasto público, con lo que se logró remontar un período que empezó muy frío en materia de crecimiento", dando un crecimiento muy leve, intentando "dejar atrás cuatro años de estancamiento".

En lo referente al mercado cambiario, los economistas definieron como el concepto más claro de la transición, siendo el pasado "el último año de vigencia del cepo cambiario, eufemismo para hacer referencia a las múltiples trabas y regulaciones que, a lo largo de cuatro años, fue imponiendo el gobierno de Cristina Fernández sobre el mercado cambiario". Recordaron el pico histórico de $ 15,97 que alcanzó el dólar luego de las elecciones primarias, generando "una brecha cambiaria respecto a la cotización oficial del 72%". Con el nuevo gobierno, finalizado el cepo y liberado el mercado de cambio, "la cotización oficial subió" automáticamente, al tiempo que cae el paralelo, reduciendo la brecha cambiaria.

En el plano fiscal consideran como "la herencia más pesada y el desafío más difícil" para el nuevo gobierno. En el 2015 el " kirchnerismo culmina con un déficit fiscal superior al 7% del PBI, el mayor desde 1983" (herencia del Proceso y la Guerra de Malvinas).

La disminución de la recaudación es evidente, por lo que "el sacrificio mediante la reducción del gasto deberá ser mayor. Si no se consigue reducir el agujero fiscal y se quiere reducir la inflación habrá que conseguir fuentes de financiamiento alternativas al BCRA es decir, deuda". Si no ocurre, continuará la fórmula emisión, inflación, presión cambiaria, disminución de la actividad. La primera baja: las tarifas.

Al referirse a la política monetaria ejercida por Vanoli, " puede resumirse como años de dominancia fiscal" que alcanzó una emisión interanual del 42%, lo que "implica una fuerte presión inflacionaria". Reducir el bache fiscal y conseguir financiamiento alternativo tendrían que atenuar la inflación.

La otra cuestión más que importante es el plano internacional, situación negativa dadas las condiciones que se observan en el mundo, principalmente con "la crisis que atraviesa Brasil", el principal socio argentino, sumergido en un proceso recesivo, lo que "tirará para abajo" la economía nacional. A su vez, "los precios de las commodities quedaron lejos de los récords del período 2007-2012", con una soja imposible de "volver a los 650 dólares de Cristina Fernández", contexto que "complicará el despegue de la actividad económica local".