El mito del segundo semestre

 

El boletín de Ciencias Económicas de la UNICEN expuso una nota del economista Sebastián Auguste, director del mismo en el que culmina definiendo que finalmente "la economía no está tan mal como parece, pero tampoco está tan bien como podría".

El analista sobrevuela en varias ocasiones las decisiones gubernamentales y los problemas de comunicación que derivan de esas exposiciones, entre ellas las inherentes a las expectativas económicas en el segundo semestre, generando expectativas que el mismo oficialismo generó. Auguste entiende "querer generar optimismo con un anuncio de este tipo me parece al menos inocente. Un claro error de comunicación". Observa la relación cierta entre economía y humor de la gente, pero como ciencia no exacta, la economía y la gente, "lejos de ser máquinas que reaccionan en forma mecánica a los incentivos, a menudo somos poco racionales y vivimos cargados de emociones. En economía el humor, las expectativas y percepciones son más importantes para determinar la actividad económica que lo números reales".

Según el experto, las idas y vueltas de políticas importantes y las mismas fallas en comunicación han desperdiciado oportunidades para desarrollar optimismo en la población. En ese sentido es  crítico con el aumento de las tarifas en "forma abrupta", desperdiciando la posibilidad de "un ajuste más gradual. La contracara era que sin financiamiento genuino, el déficit que genera este subsidio debería ser financiado con emisión e inflación. Pero ya sabíamos que la gente sufre de algo llamado ilusión monetaria, que hace que no le duela tanto pagar el impuesto inflacionario pero si pagar una tarifa que sube en forma muy visible 300%. El sinceramiento de las tarifas fue sin anestesia. De poco sirve decir que lo que se está haciendo es corregir años de desajuste. Si la tarifa social se implementa bien, le pega mayormente a la clase media, que ha sido votante de Macri. Lo paradójico hasta ahora es que la popularidad del gobierno se mantiene. Tal vez para justificar esto hay que remarcar que hasta ahora el gobierno no hizo nada que no haya anunciado en su campaña. Y también es cierto que la salida del cepo y del default fueron exitosas".

La otra cuestión a desmitificar es la del desempleo, tema que para el economista es más una instalación de la oposición que una realidad, "la tasa de desempleo en CABA para el primer trimestre del año cerró en 8.6%, muy similar a la del año pasado (primer trimestre 2015) que fue 8.4%". Contra el imaginario social, las estadísticas del Ministerio de Trabajo (datos de mayo) "muestran que el empleo registrado en el sector privado a nivel nacional está subiendo: el primer trimestre de 2016 muestra un incremento respecto a igual trimestre de 2015 de 0.4%. Sube más en el interior mientras que en GBA cayó 0.1%. Se observa una mayor rotación, lo que muestra que se están dando cambios sectoriales. El sector perdedor fue el de la construcción, que cayó 11% respecto a 2015, pero ya venía perdiendo empleo desde 2011. En el otro extremo los que más crecieron fueron los servicios, 2%, mientras que la industria se mantuvo (creció 0.1% respecto a 2015). No se observan incrementos en las suspensiones". Lo malo en su análisis es que no hay expectativas empresarias de contratar nuevos empleados, lo bueno, que no piensan echar gente.

Más allá, la liberación de precios tuvo como consecuencia el brusco incremento de precios, pero hoy visibiliza una desaceleración en la inflación, aunque el dólar a 14 siga siendo una alerta para la competitividad en mercados internacionales, por ende un atentado a las inversiones extranjeras que tanto desvelan al gobierno.

Una mirada entrenada como la de Auguste da cuenta de las numerosas ofertas del último mes lo que "muestra que hay espacio para poner precios más bajos, y de una forma lo están haciendo. Los empresarios también se equivocan. Por lo tanto hay que estar muy atento a los precios y ofertas para no pagar de más hasta que se normalice la fijación de precios".

Sobre las medidas directas del gobierno, destaca que "se ha empezado a mover muy lentamente la obra pública pero todavía falta conseguir financiamiento, el pago de las deudas a los jubilados además de ser una reparación histórica empujará la demanda, y se ha comenzado a expandir la ayuda social". La gran esperanza para conseguir dinero fresco es el blanqueo, todas medidas que pueden activar rápidamente la economía.

Por el momento, interpreta el economista, los reclamos sociales se mantienen moderados, aún más que la devaluación impulsada por CFK.